Sauber, en el punto de mira: sin mejoras en el C35 hasta Austria

El futuro de Sauber en la Fórmula 1 permanece incierto después de que Mark Smith abandonara sus responsabilidades como director técnico antes del inicio del 2016 junto a otros ingenieros relevantes del staff. Monisha Kaltenborn confesó ayer en la rueda de prensa de la FIA que su continuidad en la parrilla no corre peligro a corto plazo, si bien la tangible sangría en sus finanzas ha quebrantado las pocas estructuras solventes que existían en el equipo durante los últimos años.

En el apartado operativo tampoco trascienden buenas noticias para Sauber. Según han informado fuentes cercanas a una división del equipo a LaF1.es, no existe ninguna persona en específico que haya asumido las tareas de Smith tras su marcha en el mes de febrero. La división técnica está dividida entre un grupo de ingenieros que trabajan en la puesta a punto del monoplaza, mientras que Kaltenborn aún no baraja planes para contratar a un responsable de diseño debido a la grave situación económica.

Los problemas estructurales se han traducido en un profundo estancamiento alrededor del desarrollo del nuevo monoplaza, concebido desde un primer momento como una actualización del 2015 frente a la ausencia de fondos para introducir grandes novedades e intentar afianzarse en la parte media de la parrilla. De hecho, Manor se ha convertido en un duro rival para el C35 en las últimas carreras, especialmente en trazados con altas exigencias de potencia.

Las informaciones más recientes sitúan a Austria como la cita señalada en Sauber para introducir algunas mejoras aerodinámicas, aunque no se espera un efecto drástico en sus tiempos por vuelta hasta situarse como candidatos directos a la zona de puntos. "Ojalá en Mónaco estemos delante de Manor, luchando con Renault y quizás con Haas, pero no tenemos ritmo para estar en el Top 10", confesó Marcus Ericsson ante la prensa desplazada a Montecarlo.

La situación actual, pese a no ser idónea según las expectativas fijadas de cara a la temporada, debería mejorar ligeramente con las nuevas piezas. "Nos gustaría tener un nuevo alerón y suelo al coche, eso es lo que necesitamos para dar un buen paso hacia adelante. Hay cosas en la trastienda que ojalá adaptemos al coche más pronto que tarde", apuntó el piloto sueco en tono escéptico.

Un periodista aprovechó la falta de claridad en las declaraciones de Ericsson para cuestionar su confianza en que las mejoras llegarán para la cita de Austria, una posibilidad que no se descarta categóricamente en el paddock vista la inestabilidad financiera de Sauber en su constante búsqueda de patrocinios. "Sé que las mejoras están ahí y no va a haber ningún problema", matizó el piloto.

De las tres citas restantes hasta que la Fórmula 1 aterrice al Red Bull Ring, Ericsson siente que Montecarlo ofrece "la mejor oportunidad" para tratar de soñar con un buen resultado, especialmente si se cumplen las previsiones de lluvia en la carrera del domingo. "Si llueve, va a ser todo un gran desastre, así que eso son buenas noticias. Si llueve o pasan cosas, podremos aprovecharlo", apuntaba en este sentido.