Noticias

Despacio y con buena letra. Así está siendo este Mundial para el equipo Manor. Su comienzo ha sido duro pero su llegada a tierras europeas ha supuesto un pequeño pasito adelante para la escudería británica. Ambos pilotos coincidieron en asegurar que el GP de Mónaco ha sido, sin duda, el mejor de la temporada, sobre todo en lo que se refiere a clasificación, por lo que esperan seguir en esta tónica y llegar a la meta con ambos coches.

La paciencia es un don que muy pocos contemplan en su variedad de registros personales. En Manor han abusado de ella con un inicio desolador. Llegaron tarde y mal. Con un monoplaza que bien podría competir en la GP2. Pero los cambios empiezan a llegar. A la espera de la nueva versión de su monoplaza, con la unidad de potencia Ferrari actual, aparecen nombres que ilusionan. Entre ellos: Bob Bell. El ex de Mercedes se une a Manor en calidad de consultor técnico.

Una de las críticas más repetidas respecto a la última reunión del Grupo de Estrategia fue el hecho de que se pasó de puntillas por las cuestiones que más afectan a los equipos pequeños, tal y como señala Graeme Lowdon. El director ejecutivo de Manor declara que se está fallando a la hora de dar importancia a qué decisiones han de tomarse para el futuro del Mundial.

"Estoy deseando que salga ya ese informe, porque es lo único que a mí no me deja dormir por las noches, es lo único que todavía me hace recordar y tener pesadillas". Así relataba María de Villota, una semana antes de morir, su frustración por no recibir noticia alguna del informe de aquel accidente que le arrebató un ojo y le dio una vida. Y ese informe, casi dos años después de dejarnos, ha salido a la luz con una conclusión principal: El antiguo equipo Marussia, rebaurizado ahora como Manor, queda eximido de toda responsabilidad de lo ocurrido.

Roberto Merhi podría estar consolidando su asiento en Manor. En los días previos a Mónaco, los jefes de su equipo admitieron que el español todavía podría perder su lugar en la escudería. El principal motivo: el dinero.

Roberto Merhi supera por primera vez esta temporada a su compañero de equipo, Will Stevens. Tras partir desde el último lugar de la parrilla, el piloto español ha tenido un buen ritmo hoy y ha aprovechado los daños que ha sufrido su compañero en el alerón delantero para superarle y finalizar la carrera en la 16ª plaza, tras los abandonos de Alonso y Verstappen, entre otros. En Manor están satisfechos por lograr acabar la carrera con los dos coches por cuarta carrera consecutiva y se congratulan de los progresos realizados en el monoplaza este fin de semana.

Cuenta la leyenda que Mónaco es un circuito que premia las manos del piloto por encima del rendimiento de los monoplazas. Se trate o no de una realidad en la Fórmula 1 actual, existen algunos casos en la parrilla como el de Roberto Merhi que conducen hacia una creencia absoluta de esta hipótesis. Las distancias abrumadoras que le endosaba Will Stevens en los anteriores Grandes Premios se han transformado en cerca de un segundo de diferencia por vuelta en favor de su compañero de equipo, llegando incluso a estar cerca de doblarle antes de la salida del Safety Car.

Sin demasiado excesos, así ha transcurrido la sesión de clasificaicón del GP de Mónaco para Manor. Stevens y Merhi coparán la última fila de la parrilla de nuevo, pero las características del trazado urbano dan esperanzas a los responsables de la escudería, que abogan a una nueva carrera dificultosa para aspirar a puntuar en el Principado, algo que ya consiguieron con Jules Bianchi en 2014.

El Gran Premio de Mónaco siempre es una cita especial, pero este año aún más. El lujo, el glamour, las calles del Principado quedan en un segundo plano cuando a menos de 30 quilómetros, en el Hospital de Niza, sigue ingresado Jules Bianchi después del terrible accidente que sufrió en Suzuka hace ya ocho meses.

Día difícil para Manor en el regreso al Principado, el lugar donde Marussia logró los únicos puntos de su historia en 2014. Los libres 2 se han visto afectados por la lluvia, y un accidente de Roberto Merhi en la frenada de la Nouvelle Chicane ha dificultado aún más la faena de un equipo Manor que buscará el milagro en Mónaco por segundo año consecutivo.

Roberto Merhi ha empezado el GP de Mónaco con mejores sensaciones que en carreras anteriores, pero ha acabado accidentado. En la primera sesión de entrenamientos libres ha finalizado último a sólo dos décimas de su compañero de equipo, Will Stevens, que lleva mejor motor que el piloto español. Pero en la segunda sesión lo ha superado por nueve décimas antes de perder el control de su monoplaza.

Jules Bianchi fue posiblemente uno de los mejores pilotos en la última edición del Gran Premio de Mónaco. Aupado a la novena posición final con uno de los coches menos competitivos de la parrilla, el piloto francés brilló en las calles del Principado ante la mirada atónita de todo el paddock, donde muchos ya le situaban como una de las futuras leyendas del equipo Ferrari.

Manor sigue con su particular camino en la Fórmula 1. Pero el Gran Premio de Mónaco no es uno cualquiera, no sólo por su significado propio, sino por el valor que tiene para la escudería. La novena posición que logró Jules Bianchi en 2014 le dió a Marussia sus únicos puntos. En el GP de recuerdo al francés, Manor no se olvida de la competición y abogan a una carrera en circunstancias parecidas para intentar repetir la machada de Bianchi.

Manor está más cerca de firmar un acuerdo para poder tener una sede permanente para su equipo de Fórmula 1. Recordemos que la escudería anglorusa, antes Marussia, fue rescatada casi en el último suspiro para poder correr en la temporada de 2015, y cuando llego el acuerdo, el nuevo equipo que entrará en la parrila el próxima año, Haas F1 Team, ya había comprado su factoría.

Sin duda, el GP de Mónaco de 2014  fue una carrera para enmarcar en Manor, y así la tienen pese a la ausencia de Jules Bianchi, una hecho que este fin de semana hará que la tristeza y el recuerdo siguan muy vivos. Los primeros puntos en la historia de la escudería anglorusa llegaron de la mano del piloto francés, y es algo que siempre guaradarán en sus recuerdos según reconoce Graeme Lowdon, el director deportivo del equipo.