Los motores de 2026 no podrán recurrir a la técnica de separar la turbina y el compresor

La adopción de la turbina accionada por los gases de escape y la turbina del compresor en dos cuerpos separados, unidos por un eje de transmisión, que se ha popularizado estos últimos años –la MGU-H se colocaba así entre ambos elementos– no será permitida o al menos no se permitirán las distancias actuales entre estos elementos.

Las reglas de 2026 implican muchas restricciones en lo que al propulsor térmico se refiere, pero por el contrario se permiten más libertades en cuanto a los carburantes, a la batería y a los motores eléctricos.

La prohibición de los ‘split turbos’ viene dada por una regla que impone una distancia máxima entre las partes móviles de turbina y compresor de 175 milímetros. También impone que el diámetro externo de la turbina debe estar comprendido entre 95 y 105 milímetros y el del compresor estará comprendido entre 100 y 110 milímetros.

Los split-turbo mantenían el interés de los motoristas cara a 2026, pese a la desaparición de la MGU-H por motivos de conseguir un ‘pack’ más compacto y poder jugar más con la aerodinámica, pero sobre todo separar dos fuentes de calor.

Se cree que los motoristas optarán por colocar el turbocompresor tras el motor. El colocarlo entre el interior de la ‘V’ haría que el conjunto ganara altura, lo que no se desea de ninguna forma.

Como se sabe, las reglas de F1 de 2026 van a una simplificación del motor térmico en aras de la contención de costes. Algunos de los trucos actuales, como la ‘precámara de combustión’, no serán permitidos. Y además se cambia el concepto de límite de consumo (expresado en kilos) y flujo de carburante por el concepto de límite energético, la energía teórica máxima a utilizar, para poder usar diferentes tipos de carburantes.