La victoria de Red Bull se da por descontada, pero detrás todo está en juego

Ferrari traerá un difusor modificado. Mercedes, una nueva ala delantera. Aston tiene previstas importantes novedades y McLaren completar el paquete de Austria y ofrecerlo las mejoras también a Piastri.

El objetivo final es, por supuesto, acercarse a Red Bull. El inmediato, al menos para los tres primeros equipos citados, es convertirse en la segunda fuerza del Campeonato, salir airosos de la batalla que tienen planteada. Una batalla en la que Aston Martin tiene un hándicap ya que, pese al valor de Fernando Alonso, Lance Stroll hace que el binomio del equipo esté ligeramente por debajo de las parejas de los rivales.

Es como si en el paddock hubiera un letrero luminoso en la entrada que se enciende al paso de todos los equipos, a excepción de Red Bull. Como en el infiero de Dante, al iluminarse el letrero rezaría así: “¡Qué pierda toda esperanza quien entre aquí!”.  Toda esperanza de victoria, se entiende.

Es aquí, en la batalla por el accésit, esa que es por ser ‘el primero de los que pierden’, donde reside el mayor interés del Gran Premio de Gran Bretaña, en el que todos dan por descontado un nuevo dominio Red Bull. Si en Montreal pareció que los rivales se habían acercado, en Austria, Max volvió a dejar patente el dominio de los ‘energéticos’, refrendado por un Sergio Pérez que remontó claramente de 15º al último escalón del podio.

Frédéric Vasseur hizo al respecto un comentario jocoso cuando le preguntaron sobre si Ferrari podría ganar un Gran Premio este año: “Sí, el día que los dos Red Bull choquen”. Humor británico antes de Silverstone, pero a la vez la certificación de una cruel realidad. Y es que no se puede ganar a Red Bull…. salvo que este pierda.

Tan real y asumida es la situación que en Red Bull comienzan a admitir que pueden igualar el récord de victorias de McLaren consecutivas. Pueden hacerlo este domingo en Silverstone. Los de Woking ganaron 11 Grandes Premios de forma consecutiva, entre Brasil de 1988 y Bélgica de ese mismo año. Los de Red Bull llevan diez, desde Brasil del pasado año a Austria, el pasado domingo. Si logran, en Hungría podrían no sólo desbancar a McLaren sino igualar el récord de victorias consecutivas en el mismo año, que también ostentan los papaya.

El objetivo final, el récord de victorias en un mismo año, lo ostenta Mercedes desde 2016, con 19 victorias sobre 21 Grandes Premios. Un récord que estuvieron cerca de igualar el pasado año, con 17 victorias en 22 Grandes Premios… y que muchos rivales piensan que no sólo pueden igualar este año sino que no sería de extrañar que lograran todas las victorias, 22 de 22. Sólo hay dos circuitos donde la hegemonía energética podría peligrar: Hungría y Singapur… o quizás Monza donde se den algunas sorpresas.

Lo interesante en la pista sucede detrás de los líderes. Los tres que batallan por el segundo puesto. McLaren a la caza de un Alpine que ha perdido fuelle. Y, por supuesto, la lucha de Alfa Romeo, AlphaTauri, Haas y Williams por dejar de ser farollillo rojo; en juego está un 10% del techo presupuestario por lo menos. También todos los equipos de este último grupo traen novedades.

Es posible que aquí se vean las últimas actualizaciones del año. La mayor parte de equipos deben centrarse ya en 2024, tiempo y, sobre todo, ‘límite presupuestario’, obligan. Habrá algunas adaptaciones para circuitos determinados o algunas piezas que están en curso de desarrollo, todavía no validadas o que precisan de algún retoque y no llegan a tiempo. Quizás alguna cosa de las que se estudian para 2024 pueda ser adoptada. Pero lo grueso del paquete será ya prácticamente inamovible.

Pronóstico: victoria de Red Bull. Incertidumbre, quién les acompañara en el podio. Pese a ello, las luchas en el segundo pelotón y en el de cola son suficientemente inciertas como para mantener el interés de la afición… incluso un cierto morbo.