James Allison, tras 'reconectar' con el equipo, ya está centrado en el W15

Durante estos meses, Allison ha estado ocupado sentando las bases del futuro coche. Estaba claro que se necesitaba un cambio radical del concepto aerodinámico. Un cambio que ya se intuía en 2022, pero que fue desestimado cuando a final de temporada George Russell logró una victoria.

Pero el nuevo coche no ha sido la prioridad inicial de Allison, sino la de recuperar a los hombres. “Cuando un equipo cae tras un largo periodo dominado, entra en un profundo estado de desorientación. Es frustrante verse superado por otros equipos. Y esto socava la confianza de la organización y representa una presión enorme a muy corto plazo en un equipo que acostumbra a ir un paso por delante”.

Allison explica que ante “los resultados mediocres  se quiere reaccionar de forma inmediata y en los diversos departamentos se incurre en una dispersión de fuerzas. Si no estás atento, los grupos de trabajo dejan de hablarse y se fijan sólo en sus propias responsabilidades. Cuando perdimos la primera corona esto sucedió de forma más profunda de la que hubiera tenido que ser”.

Por eso, Allison señala que el primer trabajo que abordó fue cohesionar de nuevo el equipo, “convencer a los principales ingenieros de los diversos departamentos que debían dialogar más. Basta reunirlos a todos y hacerles algunas preguntas sobre cuestiones que no pueden responder por sí mismos. No necesitamos mucho tiempo para que comenzasen a apoyarse unos a otros, comenzar a trabajar de forma conjunta”.

Seguramente Allison aprendió mucho sobre eso en su paso por Ferrari, cuando se encontró en una situación similar, la necesidad de dar alcance a Red Bull.

Hay curiosidad por saber que es lo que Allison estará diseñando. Lewis Hamilton ya ha dicho que no es cuestión de copiar a Red Bull, porque cuando copias siempre vas un paso por detrás.