Hamilton pidió a Mercedes hacer una segunda parada en Mónaco

"Pensábamos que podíamos hacer una parada limpia para cubrir el riesgo de los coches de detrás con el superblando. Por desgracia, nuestros datos fueron erróneos. Necesitas un equilibrio adecuado entre los datos y un buen presentimiento. Nuestras herramientas nos decían que teníamos la distancia pero fueron erróneos. Nuestro sistema mostraba que teníamos la distancia", comentó el austriaco en algunas de sus respuestas más relevantes.

Preguntado sobre la posibilidad de que se tratara de un movimiento hecho a propósito para otorgar la victoria a Nico Rosberg, el directivo de Mercedes no salió de su asombro: "¿Acaso haríamos esto al líder del campeonato con Ferrari como una amenaza real para nosotros? La respuesta es no. Pueden ser una amenaza real y así los percibimos. Nunca puedes ser complaciente", indicó en alusión a la competitividad del SF15-T. 

El paddock de Montecarlo coincidía en que la estrategia de Mercedes englobaba inicialmente un mayor número de riesgos que de posibles aciertos, principalmente al tratarse de un circuito donde no resulta sencillo efectuar maniobras de adelantamiento. De hecho, la estrategia de las flechas plateadas bien podría haber sido todo un éxito en cualquier otro trazado del calendario con una trayectoria más ancha y un mayor impacto de los neumáticos en el rendimiento de carrera.

En este sentido, Wolff se limitó a destacar que "es cierto, no hay casi adelantamientos en Mónaco, pero Ricciardo calzó los superblandos y adelantó a Kimi". Además, el austriaco reveló el contenido de la conversación de radio que mantuvieron con Hamilton: "Le dijimos que se quedara y dijo ‘no está bien’ y que los neumáticos habían perdido temperatura. Tuvimos un segundo para reaccionar y, combinado con nuestros datos de tiempo erróneos, cometimos el error de llamarle a boxes".

Sea como fuere, Wolff fijó los aspectos de mejora inmediatos de cara al resto del campeonato: "El software, una mejor comunicación y un mayor sentido común", explicó el austriaco, quien confía en no repetir en Montreal los problemas de frenos que les obligaron a abandonar la carrera el pasado año: "Los frenos siempre son un reto en Montreal y será un asunto clave para poder resolverlo", apuntó.