El dominio de Verstappen no perjudica al espectáculo de la F1, señala Wolff

Es decir, para el británico, el problema no está en que haya un equipo que ha dominado por encima del resto –porque ha ganado 21 de las 22 carreras disputadas la pasada temporada–. Sino que reside en que el resto de equipos que se encuentran por detrás no han sabido dar con la tecla para paliar los efectos del RB19 y acercarse más a él, sobre todo los domingos. 

Pero es cierto que esta aclaración por parte de Wolff ha sido objeto de polémica en los últimos tiempos. Mercedes ha acabado subcampeón de Constructores, pero con la mitad de puntos que los de Milton Keynes. Y eso implica que, a pesar del lugar que ocupan en la clasificación, siguen lejos del título, algo que podría mermar a la audiencia, que ya puede intuir con anterioridad lo que va a pasar en un fin de semana de Gran Premio. 

Pero para Wolff eso no es un problema. "Los números que estamos viendo son fuertes. Estamos creciendo en las redes sociales, vemos carreras llenas, con entradas agotadas. De hecho, todo gira en torno al espectáculo. Si el espectáculo no es bueno, los aficionados nos seguirán menos", ha confesado en declaraciones que recoge Autosport. 

"En el deporte me gusta la honestidad. El espectáculo sigue al deporte. Y el deporte es una meritocracia. Quien hace el mejor trabajo gana. Y si alguien lo hace mucho mejor que los demás, entonces gana 19 carreras", ha asegurado sobre el dominio de Verstappen. 

Así que le ha puesto deberes a su equipo... y también a los de Maranello: "Y eso no se puede parar, así que somos nosotros y Ferrari y todos los demás equipos los que tenemos que hacer un mejor trabajo para competir con Red Bull Racing, y no podemos cambiar nada". 

Aunque es consciente de que hay riesgo de que se pierda el interés. A fin de cuentas, a Mercedes le pasó algo similar, cuando dominó durante ocho años consecutivos en Constructores. En esa época, Lewis Hamilton se alzó con seis títulos, y en ocasiones también estaba muy lejos del resto. 

Wolff tampoco ha querido obviar que la posibilidad "de que al gente diga 'bueno, ya sé el resultado". "Nos pasó con Hamilton durante muchos años", ha recordado, pero "tenemos que hacerlo mejor, y no quiero esperar a 2026". 

Además, también ha asegurado que confía en que se diseñe un coche competitivo en Brackley en los próximos años. Algo así como aquel de 2013, que tuvo un impacto increíble. Sabe que quizás no pueda ser en un corto periodo de tiempo, pero sí "con perspectivas a largo plazo". "Tengo un tablero en nuestra fábrica, que muestra todos los títulos del campeonato mundial de constructores desde 1958. Y la tabla sigue hasta 2050. Tiene los logotipos, las insignias de cada uno de los años. Y hay 27 insignias abiertas, vacías", se ha motivado a sí mismo. 

Su intención es que Mercedes siga consiguiendo títulos en los próximos 20 años. Pero, si echa la vista atrás, a las últimas temporadas, se da cuenta de que la escudería ha sumado en apenas una década "segundo, primero, primero, primero, primero, primero, primero, primero, tercero, segundo". 

"Y cuando lo miramos desde esa perspectiva, más o menos decimos que estuvo bien. Ahora, desde un punto de vista micro, hay un tipo que ganó 19 carreras.  Así que, por supuesto, eso no es suficiente", ha sentenciado.