El debut en Monza con Williams en 2022 le cuesta muy caro a De Vries

Una empresa neerlandesa que invirtió en su carrera y le otorgó un préstamo ha ganado la causa contra el piloto. Nyck, no sólo deberá devolver los 250.000 euros de préstamo sino además deberá pagarle la mitad de sus ganancias en su corto y abortado periplo en AlphaTauri, incluyendo en ello tanto el salario como primas y patrocinios en los seis meses que estuvo en el equipo de F1.

La empresa Investrand ofreció un préstamo a De Vries para completar el presupuesto necesario para correr con Prema en la F2 -entonces GP2- de 2018. Las condiciones eran curiosas: si llegaba a la F1, Investrand se quedaría con el 50% de sus ingresos mientras compitiera al más alto nivel. Pero si no llegaba, la empresa cancelaría el préstamo. Y se especificó que sus actividades como probador de Mercedes no contaban.

Todo se complicó en 2022, cuando De Vries fue llamado por Williams -en su calidad de piloto reserva de Mercedes- para competir en el GP de Italia en sustitución de Àlex Albon, que estaba enfermo. Esta participación activó el tener que pagar a Investrand ya que se produjo antes de que venciera el acuerdo.

De Vries esgrimió en un primer momento que la participación en Monza no debía contabilizarse porque no lo hizo en calidad de piloto oficial sino de reserva. Y en un primer momento el juez les dio la razón, peor en una segunda vista.

Los abogados de De Vries han anunciado que estudian la apelación y se mostraron, obviamente, contra el fallo.
Jeroen Schothorst, responsable de Investrand ha explicado que “apoyamos a Nick en un momento delicado de su carrera. Obviamente nos alegramos de que el juez haya fallado a nuestro favor, pero hubiera preferido no tener que llegar a los tribunales y llegar a un acuerdo pero no ha sido posible”. 

La cifra total a pagar por De Vries no ha sido anunciada. No es el primer piloto que recurre a préstamos para lanzar su carrera o cede parte de sus ingresos futuros a cambio de una ayuda inmediata. 

La F1 ha sido un ‘negocio ruinoso’ para el pequeño holandés, tanto financiera como anímicamente.