Ecclestone esperaba una transición de poder pautada con Liberty

La llegada de Liberty se conoció en Italia 2016. En Singapur, Chase Carey visitó el paddock por primera vez. Bernie le hizo de guía en las carreras que siguieron para mostrarle las personas con las que tenía que mantener relación. Por entonces, Ecclestone todavía era el director ejecutivo.

En enero de 2017 se completó la adquisición del accionariado por parte de Liberty Media. La primera medida que tomaron fue renovar la dirección. Bernie fue relegado a la figura honoraria de ‘presidente emérito’ y en su lugar se formó un triunvirato para liderar el área deportiva –Ross Brawn-, la comercial –Sean Bratches- y la gestión global de la Fórmula 1 –Chase Carey-.

Bernie Ecclestone admite que le sorprendió el trato que recibió de Liberty.

"Pienso que a mí me deberían de haber dicho: 'Bernie, esto es lo que nos gustaría hacer, porque ahora somos los dueños. Nos gustaría que Chase y tú lleguéis a un acuerdo'", relata a la revista británica Autosport.

"Es lo que yo sugerí: compartir despacho, escuchar las llamadas telefónicas, conocer a la gente… Así que antes de que compraran la Formula 1, le presenté a todo el mundo en las carreras a las que fue".

"Luego, pasado un tiempo, podrían haber dicho: 'muchas gracias. Estamos contentos. ¿Estás contento, Bernie? Si no te importa, podrías tomarte un tiempo para disfrutar de la vida o hacer lo que sea'. Eso es lo que creo que deberían de haber hecho, porque creo que hay mucha gente que no está contenta con la forma en que han gestionado las cosas".

El magnate lamenta que Chase Carey haya saltado al ruedo sin red de seguridad. "Es un buen tipo y no tengo problemas con él. Podría haberme tratado diferente. Siento lástima con él, porque lo han lanzado a las profundidades sin una cuerda para rescatarlo si se ahoga".

Sobre Ross Brawn, Ecclestone revela que le han dicho que Brawn no estaba dispuesto a aceptar el cargo si Bernie todavía seguía al mando de la Fórmula 1.