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Red Bull llega a su Gran Premio de casa en Austria con ganas de obtener un buen resultado, pero, ante todo, con ganas de hacer que la afición disfrute de ver el 'Gran Circo'. Por otra parte, los actos promocionales no cesarán y los pilotos tendrán que mostrar la mejor de sus sonrisas, cosa que Daniel Ricciardo lleva toda la temporada ensayando aunque cada vez le cueste más por los pobres resultados que está consiguiendo. Esperan revertir la situación.

Red Bull parece que partirá desde el último lugar de la parrilla en su carrera de casa en Austria el próximo fin de semana. El equipo de las bebidas energéticas es consciente de que la penalización por usar el quinto motor llegará tarde o temprano después de romper varios motores a principios de temporada.

Daniel Ricciardo espera que un nuevo chasis solucione su misteriosa falta de ritmo en el GP de Canadá. El piloto australiano estuvo desconocido durante la carrera y finalizó 13ª, viéndose ampliamente superado por su compañero de equipo, Daniil Kvyat, que acabó 9º.

Christian Horner dice que Red Bull está haciendo progresos con el chasis, a pesar de las palabras de Daniel Ricciardo que dijo lo contrario durante el GP de Canadá. El piloto australiano se quejó en la calificación alegando que las últimas actualizaciones "no han hecho nada".

El equipo Red Bull se marcha de Canadá con unas sensaciones muy diferentes a cómo lo hicieron el pasado año. En un periodo de apenas doce meses han pasado de ganar la carrera en el Gilles Villenueve a terminar dentro de la zona de puntos únicamente con el coche de Daniil Kvyat, y es que Daniel Ricciardo, el vencedor de la última edición, no ha pasado del 13º lugar. La solución más coherente a esta falta de rendimiento del RB11 estriba posiblemente en las limitaciones de su motor Renault sobre un trazado que beneficia la potencia de los coches propulsados por Mercedes. Próxima parada: el Gran Premio de Austria, su carrera de casa.

Red Bull sabía que encararía un fin de semana difícil en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal. El motor Renault no es suficientemente potente y al equipo austríaco le cuesta competir con varios de los rivales, faltos de potencia. Por ello, la octava y novena posición de Daniil Kvyat y Daniel Ricciardo son lo mejor que el equipo podía esperar.

Primera jornada complicada para Red Bull. No han encontrado el ritmo que quieren durante los entrenamientos y eso que probaron hasta cuatro configuraciones distintas, dos por coche. Además, la lluvia les dejó sin espacio para hacer más probaturas, por lo que tendrán que aprovechar bien los Libres 3 del sábado. Confían en poder subir posiciones, pero se verán lastrados por la deficiente unidad de potencia de Renault en un circuito tan exigente.  

Christian Horner ha defendido a Redbull de todos los rumores que han surgido en las últimas semanas. El equipo austríaco está sufriendo esta temporada por los problemas obvios de su motor Renault. Pero este año también perdieron a su cuádruple campeón del mundo, Sebastian Vettel. Preguntado por si su salida dañó al equipo, Horner insistió: "No. Daniel (Ricciardo) demostró el año pasado que puede pilotar a la par con Vettel. No tenemos un problema de pilotos", dijo para La Gazzetta dello Sport.

Después de un inicio de temporada realmente complicado a consecuencia de los problemas de fiabilidad de su unidad de potencia, en Mónaco Red Bull levantó al fin la cabeza. Se llevaron un botín de 22 puntos al que no pudieron aspirar en las cinco primeras citas y afrontan la próxima cita en Canadá con la ambición de permanecer arriba. Aunque saben que en Montreal vuelve el protagonismo de los motores, y con él, sus fantasmas.

Red Bull está abierta a un cambio de pilotos para la temporada 2016, según el diario holandés De Telegraaf. La noticia informa sobre el meteórico debut de Max Verstappen en Toro Rosso este año, a pesar de que su progresión se 'estancó' en Mónaco tras chocar con Romain Grosjean en Santa Devota y recibir una penalización de cinco puestos en la parrilla para el próximo Gran Premio de Canadá.

Tras un inicio de temporada complicado y lejos de la altura que quizás se esperaba, Red Bull salió moral y competitivamente beneficiado de la cita monegasca, donde sus calles y las características del circuito hicieron que tanto Daniel Ricciardo como Daniil Kvyat terminaran con buenas sensaciones.  

Esta vez sí. La aerodinámica de Newey y compañía se hizo notar en el sinuoso Mónaco. No hacía falta exprimir la inoperante unidad de potencia de Renault. El talento de Ricciardo y Kvyat hicieron el resto con un morro corto que empieza a funcionar. Cuarto el ruso, quinto el australiano. Daniil gana a su compañero de equipo en un sitio único, justo cuando miles de dudas surgían entorno a su fichaje por Red Bull. Ferrari y Mercedes no están tan lejos.

Muchos han sido los que han dudado de Daniil Kvyat en el que ha sido, sin lugar a dudas, un principio de temporada con Red Bull decepcionante y frustrante. Algunos han sugerido, incluso, que al ruso el hermano mayor de la bebida energética le venía demasiado grande y que la presión ha podido con él. Iconos del deporte de motor como Jacques Villeneuve o su propio jefe de filas, Helmut Marko, han sido algunos de los que le han puesto en la cuerda floja.

Red Bull ha vuelto a la zona alta de la parrilla. El equipo austríaco ha mostrado muy buena forma durante el fin de semana en Mónaco y la sesión de clasficación no ha sido una excepción. Ricciardo y Kvyat saldrán en el top-5, justo delante de Räikkönen y con los Williams muy por detrás. Es posible incluso que un RB11 suba al podio, ya que el australiano ha perdido dos décimas por culpa de un malentendido en boxes.

Daniil Kvyat está bajo presión. El ruso no consigue resultados con Red Bull y en los últimos días el siempre sincero Helmut Marko ya le ha pedido que mejore su rendimiento tras recordarle que en Montmeló perdió del orden de dos segundos cada vez que pasaba a un piloto doblado, algo que Carlos Sainz aprovechó para adelantarle con su Toro Rosso.