Cristóbal Rosaleny te lleva a Estados Unidos 2005 en Vamos sobre Ruedas

El programa, presentado por Antonio Lobato, completo se podrá visualizar en cualquier momento repetido bajo demanda en la web de Movistar+, aunque de cualquier forma os dejamos a continuación un pequeño resumen de su contenido.

El Gran Premio de Estados Unidos ha visitado ocho circuitos, sin contar a Long Beach. Pero el más extraño se disputó, sin duda, en el Indianapolis Motor Speedway, auténtica catedral del deporte del motor en Estados Unidos. Fue en 2005, y sólo ¡seis! coches tomaron la salida bajo los semáforos. Los 14 restantes en parrilla se retiraron al final de la vuelta de formación. ¿Cómo pudo pasar esto? Pregunten a Michelin.

Desde los primeros Libres del viernes, varios coches tuvieron problemas con los neumáticos Michelin en la curva 13, que correspondía con la curva 1 del óvalo de las 500 Millas. Se llevó la palma Ralf Schumacher, con un súbito reventón y un golpe fortísimo contra el muro. El proveedor, que estaba en plena guerra de neumáticos con Bridgestone y había sido clave en muchas victorias hasta entonces, simplemente no encontraba el motivo por el que aquella curva destrozaba sus gomas. Incluso llevaron juegos de otra especificación, con idéntico resultado en la peraltada. Era la horma de su zapato, nunca mejor dicho.

Hubo entrenamientos oficiales, con Pole para Jarno Trulli, el compañero de Ralf en Toyota. Fue la primera para los japoneses, pero agridulce desde el principio. En ese momento ya sabían que no podrían correr la carrera con normalidad. Michelin y los equipos que usaban sus neumáticos intentaron a la desesperada que se instalase una chicane, pero tanto los equipos Bridgestone como la propia FIA se negaron por la injusticia que hubiera supuesto para quienes llegaron a Indianápolis correctamente preparados.

La última solución posible para correr era levantar el pie en la fatídica curva 13, ¿pero cuánto exactamente? Finalmente, los equipos, aconsejados por Michelin, optaron por retirar sus coches y dejar sólo a los seis que montaban Bridgestone en la parrilla de salida. La foto de la hilera de coches en boxes y los seis restantes dispersos en la recta de meta es inolvidable, como los abucheos de los espectadores que lanzaron incluso objetos a la pista por su enorme decepción con lo sucedido. ¿Todo un fin de semana de carreras para que rueden seis coches?

La carrera la ganó Michael Schumacher y en la vuelta del ganador sólo llegó su compañero Rubens Barrichello. Fue también el último podio de Jordan, agridulce para ellos y para todos. Aquella carrera hirió de muerte al Gran Premio de Estados Unidos en Indianápolis aunque se disputaran dos ediciones más y también a Michelin en la Fórmula 1, aunque ganasen dos mundiales después de aquel fin de semana para olvidar.