Barcelona, un fin de semana que debe despejar muchas incógnitas

Estas son las preguntas más importantes que se hace la F1 ante el GP de España de este fin de semana. Barcelona es el inicio del ‘tour de force’ antes de llegar a media temporada con un triple: el Circuit, Red Bull Ring y Silverstone.

Es un momento crucial del año. Se acerca el parón veraniego. Es cierto, todavía quedarán dos pruebas más, Hungría y Spa, antes de que el personal se tome un agosto de merecido descanso… descanso activo, no vayan a creer, porque en la F1 no se descansa nunca.

El veredicto de Barcelona se considera clave. Pese a que sin la [denostada] chicane el Circuit carece de un sector realmente lento, sigue siendo la ‘prueba del algodón’ para la competitividad de los coches. Quien va bien aquí, va bien en todas, o prácticamente todas, partes. Eso es así.

Frederic Vasseur está convencido de que "Ferrari va a reencontrar sus prestaciones habituales en Barcelona". Fernando Alonso asegura que "Max va camino de su cuarta corona". Oscar Piastri parece resignado porque "Red Bull debe estar por delante en Barcelona". Toto Wolff espera que Barcelona "sea una confirmación de que vamos por el buen camino".

Sin la chicane, Red Bull parece tenerlo más sencillo todavía en Barcelona. Los únicos pianos complicados para ellos eran precisamente los de la chicane y ahora sólo hay un lugar donde estos elementos deben atacarse de forma agresiva, en la zona de La Moreneta, la subida hacia la curva ciega que da entrada a la recta posterior.

Salvo en Red Bull, donde Max está claramente por delante de un Sergio Pérez en permanente búsqueda de la estabilidad, en los otros equipos de punta hay batalla de compañeros. Leclerc frente a Sainz; Norris frente a Piastri; Hamilton frente a Russell.

Son tres duelos con ‘morbo’. Sainz tiene un cierto ‘hándicap’ con respecto a Leclerc: no seguirá en el equipo. Pero Leclerc tiene también una cierta presión: dejar clara su valía ante el desembarco de Lewis Hamilton. En McLaren, Piastri tiene talento y ambiciones y Norris no puede permitirse perder el pulso con el australiano. En Mercedes, está claro que Hamilton ya no gozará de las ‘prebendas’ de antes, no dispondrá de la última información sensible, pero necesita resultados para aterrizar en Ferrari con visos de asumir el liderato del equipo mientras George Russell debe demostrar que está preparado para tomar las riendas de la estrella.

Cuestión de equipos, sí. También de hombres, de pilotos, claro. Batalla por delante, batalla por detrás, con Aston Martin un poco en tierra de nadie y un RB que lo tiene en punto de mira. Tsunoda ya está confirmado, pero Ricciardo debe dar la talla para conservar el volante.

Más atrás, las cosas toman otro calibre. Logan Sargeant ya sabe que tiene un pie fuera de la F1… bastante suerte tiene con no tener que ceder su puesto a Andrea Kimi Antonelli de inmediato. Esteban Ocon va a la cabeza de un volante mientras la pugna con Pierre Gasly promete seguir siendo muy intensa. En Haas, Kevin Magnussen debe pelear por una confirmación… Tengo pena de correr el riesgo de quedar fuera de la F1. Valtteri Bottas busca convencer a otro equipo para encontrar su lugar, o que una negativa de Sainz a ir a Audi le abra la inesperada puerta de la continuidad en Hinwil, mientras Zhou sabe que puede caerse de la F1. 

Pero la presión en la cola es brutal. En Alpine deben convencer a los patrones de que inviertan; la alternativa es la venta. En Haas, sucede lo mismo. Sauber está en otra onda, se enfrenta a una refundación del equipo, un cambio drástico de filosofía porque serán Audi. Y en Williams necesitan confirmar que el rearme va por buen camino para apuntalar su futuro.

Es importante hacerlo en Barcelona porque es un circuito clave para verificar la competitividad de los coches. Sobre todo porque hay que decidir si ya se fía todo a 2025 o todavía hay esperanza en 2024. Incluso si vale la pena un esfuerzo cara a 2025 o mejor pensar directamente ya en 2026.