Aston Martin F1 recupera la competitividad y las acciones de la marca suben

Lawrence Stroll parece haber reconvertido y actualizado este mito. "Ganar el domingo para que el valor suba el lunes". Bueno, ganar o crear la ilusión de que hacerlo es posible… aunque en realidad es una pura coincidencia. El resultado de Alonso no ha hecho vender más coches, pero ha coincidido con el repunte del precio de las acciones que había caído bajo mínimos.

Aston Martin Lagonda Holdings y el equipo Aston Martin de F1 son dos empresas sin más vínculos que el nombre y algunos accionistas comunes y sobre todo el accionista principal de ambas es una misma persona: Lawrence Stroll. Bueno, existen algunos vínculos financieros (patrocinio, como tenía antes Aston Martin con Red Bull) y de marketing.

Stroll tiene el 28% de las acciones de Aston Martin. Aumentó su participación recientemente, cuando el fundador y máximo accionista del grupo chino Geely comenzó a invertir en la marca y aspiraba a ser el accionista de referencia. Lawrence no quería perder el control.

Tras perder más de 1000 millones en los tres últimos años, la acción cayó en picado. Dividió por más de 17 su valor inicial. Aston es una empresa con una deuda equivalente a la mitad de su facturación, incluso ligeramente por encima, y que necesita una fuerte inversión para renovar sus modelos. Pero la decisión de apostar por un deportivo eléctrico y el cese de la producción de sus tres modelos clave, que se consideran ya obsoletos, ha vuelto a ilusionar al mercado.

Eso sucedió el pasado miércoles y, a partir de ese momento, el valor de la acción ha ido subiendo. De las 201,1 libras por acción, a las 276,1 libras por acción de este lunes. Es un 38% de aumento. Y eso se nota en la cantidad de acciones negociadas, casi 8.600.000 este lunes, lo que hace suponer que la cotización seguirá su trayectoria alcista… aunque dista mucho de poder recuperar las más de 4.000 libras por acción con las que la firma salió a bolsa.

Magnate del mundo de la moda, Lawrence Stroll es amante del automóvil. Ha tenido la exclusiva de Tommy Hilfiger, Michael Kors o Polo de Ralph Lauren. Su colección de automóviles es increíble e incluso llegó a ser uno de los propietarios del circuito de Mont-Tremblant, en Canadá. Dicen que al darse cuenta de que su jet privado no podía aterrizar en la pista de Gstaad, donde tiene un chalet, no dudó en financiar la ampliación de la longitud de la misma.

Reflotar Aston Martin es, seguro, el mayor desafío que se ha planteado. Y es posible que el salto de competitividad que ha dado el equipo de F1 haya ayudado a que los inversores confíen en él al frente de la marca de coches deportivos y piensen que también puede hacerlo. Por eso este lunes las acciones han subido un 15%.