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GP de Bélgica 2018: Vettel inicia la remontada

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José Miguel Vinuesa
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27 Ago 2018 - 20:29

Fin de las vacaciones de verano para la máxima categoría del automovilismo mundial, que ponía rumbo al decimotercer Gran Premio de la temporada en el fantástico circuito de Spa-Francorchamps, el clásico de agosto en los últimos tiempos, con sus toboganes alrededor de 7 kilómetros. Pero llegaba con muchas noticias en el mercado de pilotos.

Quien abrió la caja de sorpresas fue Daniel Ricciardo, cuya renovación con Red Bull se daba bastante próxima, pero el australiano se desmarcó al poco de comenzar agosto con su fichaje por Renault. Abandona así la formación a través de la cual ha crecido en el automovilismo, y especialmente en la F1. Un paso valiente pero, típico de Daniel, meditado: Renault es un equipo de fábrica que está progresando hacia arriba en el escalafón del campeonato, y que puede construir a su alrededor un conjunto vencedor. Las dudas sobre el motor Honda pueden haber pesado en la decisión del australiano, como también el que Red Bull orbita en demasía sobre Max Verstappen.

A mediados de agosto, la bomba fue la retirada de la F1 de Fernando Alonso. El bicampeón español deja la categoría tras cuatro años de auténtico calvario con McLaren, primero con el motor Honda y este año con el Renault, que no ha servido para colocar el monoplaza en posiciones delanteras. Previsibilidad y otros retos más ilusionantes justifican la decisión de Alonso, tras lo cual se esconde la falta de competitividad de su montura y una McLaren que se está reestructurando. El tiempo pesa, junto con los años, y el español todavía tiene la posibilidad de hacer grandes cosas en otros lugares, léase el WEC y seguramente la Indy. Su ausencia se hará notar, pero el tiempo de Alonso en la F1, en esta F1, en estas condiciones, tocaba a su fin próximamente. Veremos si, como deja entrever, regresaría en 2020.

Todos estos cambios afectaron a Carlos Sainz. El de Ricciardo porque el lugar que ocupará el australiano será el del español y Pierre Gasly el del australiano en Red Bull, y por otro porque la vacante en McLaren será ocupada por el prometedor madrileño. Un paso que puede verse con dos caras. Por un lado, hoy, es un paso atrás en términos de competitividad, ya que como decíamos Renault camina hacia arriba mientras que McLaren anuncia un plan de 5 años para reconstruirse. Por otro, Sainz se encamina a un equipo grande, un clásico del campeonato que en algún momento deberá volver a su lugar histórico. El equipo girará a su alrededor, sea Vandoorne o cualquier otro su compañero, dada la mayor experiencia y la calidad que el español atesora. La buena noticia es que sigue en la F1, y lo hace en un equipo con posibilidades.

En otro orden de cosas, a Spa-Francorchamps llegaba Valtteri Bottas con un nuevo motor, lo que le reportaría penalización en parrilla, un cambio en clave estratégica que permite refrescar la mecánica de cara a dos carreras muy exigentes como esta y la de Monza. Junto a él, sancionado también, Nico Hülkenberg con una unidad de potencia totalmente nueva. Nuevo también el motor de combustión de ambos Ferrari, sin penalizaciones, en una evolución que se anuncia como una mejora notable en el rendimiento del motor italiano. Y junto a todo ello, la desaparición de Force India, que pasa a llamarse Racing Point Force India, que no pierde sus privilegios, pero que tras la compra por parte de Lawrence Stroll –el padre de Lance que pronto recalará en este equipo dejando Williams- es algo distinto. Un equipo, el indio, que desde las profundidades de la parrilla llegó a ser cuarto en el campeonato el año pasado, con un presupuesto ajustado pero un trabajo muy eficaz.

 

ENTRENAMIENTOS LIBRES

La pista estaba seca el viernes, aunque nublada en las dos sesiones, lo que provocó temperaturas bajas, de 14 grados en la primera sesión. Los primeros minutos vieron pruebas diversas, como Hamilton con los medios y Bottas con el superblando, mientras los Ferrari eran más homogéneos, ambos con el blando, el mismo que usaba Verstappen. Más problemas tuvo Daniel Ricciardo, con problemas de motor que motivaron que se perdiese casi toda la sesión, lo que complicaba un ya de por sí difícil fin de semana para los Red Bull, debido a la necesidad de potencia en las rectas de Spa-Francorchamps.

Sebastian Vettel se mantuvo fiel al blando, y marcó el mejor tiempo de la sesión con un tiempo de 1’’44’’358 que solo pudo ser respondido por Max Verstappen, también con blandos, pero a 0’151 segundos del alemán. Por su parte, Lewis Hamilton no se quedaba lejos, una vez colocados los blandos, tercero a 0’318 segundos. A ellos les seguían Kimi Räikkönen, cerca y con buenas sensaciones, Bottas, y en sexto lugar, lejos, Ricciardo con un tiempo en los últimos segundos. Por otro lado, Lando Norris tomó el volante de Fernando Alonso en la sesión, en una toma de contacto con el monoplaza que quizás esté llamada a valorar su capacidad para sustituir a Stoffel Vandoorne el año que viene. Ambos estuvieron muy detrás: Norris fue decimoctavo a 3’006 segundos, y Vandoorne último a 3’094. Malos presagios.

La segunda sesión, más significativa, seguía con amenazadoras nubes sobre el bosque de Las Ardenas, pese a una ligera subida de temperatura hasta los 17 grados. Sebastian Vettel probó los medios, como Hamilton que siguió evaluando el comportamiento de estas gomas. Una vez colocados los superblandos, la velocidad y fluidez de Räikkönen en esta pista traslució, y con un tiempo de 1’43’’355, casi un segundo mejor que el tiempo de referencia de la primera sesión, el finlandés logró el mejor registro. Pero esta vez no era Verstappen quien quedaba cerca, sino Mercedes, anunciando una lucha cerrada por la pole y la carrera: Hamilton se quedaba a tan sólo 0’168 segundos del finlandés, con Bottas en tercer lugar descolgado a 0’448 segundos. Más problemas para encontrar el ritmo y un buen tiempo para Vettel, quinto a 0’774 segundos, motivado por un error en su primer intento, lo que oculta el verdadero potencial del alemán. Más perdidos los Red Bull, como se esperaba.

Por detrás, muy interesantes los tiempos de los Sauber, con Ericsson noveno y Leclerc décimo, lo que dejaba buenas sensaciones en el equipo suizo. Justo delante de ellos, Carlos Sainz era octavo, sólo superado por Sergio Pérez que, tradición del extinto Force India, demostraba que el coche funcionaba en esta pista. Los McLaren no levantaron cabeza, con Alonso decimosexto a 2’798 segundos y Vandoorne, en su carrera local, que seguía último a 3’141 segundos.

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En ritmo de carrera, con el medio era Vettel el que dominaba, pero no con el blando y superblando, donde Bottas sobresalía –es decir, los Mercedes-. Vettel y Hamilton pasaron por alto el blando en la simulación de carrera, pero en los otros dos, Vettel estaba por delante, en el caso del superblando con poco margen, pero casi un segundo en el caso del medio. El problema con el neumático superblando era la degradación, especialmente los traseros –mucho más severa en los Red Bull-. Lo que sí parecía clara era la poca ventaja de optar por el blando para la Q2, ya que ni siquiera aparecía clara la posibilidad de hacer una sola parada, ni siquiera optando por el medio como neumático principal.

El sábado el tiempo seguía nublado, con una temperatura de 13 grados. Los McLaren comenzaron practicando rebufos en las rectas de Spa-Francorchamps, con la mirada en la clasificación, aunque la velocidad pura les iba a faltar, dejando en serias dudas el paso de alguno de ellos a la segunda ronda de la clasificación: Alonso estaba penúltimo a 4’281 segundos y Vandoorne, otra vez último a 4’400 segundos del mejor tiempo. Este fue en esta sesión de nuevo para Sebastian Vettel, llamativamente en un segundo intento de vuelta con el superblando, marcando un 1’42’’661 que superaba por sólo 0’063 segundos a su compañero de equipo, Räikkönen, que también mejoró ligeramente en ese segundo intento. Cerca, en tercer lugar, Lewis Hamilton, a tan sólo 0’137 segundos, pero con el mejor registro en el segundo sector, donde el Mercedes brillaba en sus manos, que no en las de Bottas, que estaba cuarto a unos lejanísimos 0’803 segundos.

Los Red Bull, definitivamente, no estarían en la pelea por la pole, lejos en quinto y sexto lugar. La sorpresa era el séptimo lugar de Charles Leclerc, a 2’302 segundos de Vettel, pero el mejor de todos los demás. Sin duda, el empuje del motor Ferrari ayudaba en esta pista –y lo hará mucho más en Monza-. Pérez mantuvo la buena forma del Racing Point Force India en octavo lugar, delante de Hülkenberg, mientras que los Haas estaban fuera de los diez primeros, duodécimo Magnussen y decimocuarto Grosjean. En mitad de ellos, Carlos Sainz. La sesión quedó prácticamente agotada a falta de seis minutos, cuando Stoffel Vandoorne, persiguiendo a Fernando Alonso, adelantó por fuera a Valtteri Bottas en el inicio de la recta de Kemmel. El finlandés no lo vio, el belga se fue a la hierba, y trompeó en plena recta sin consecuencias ni para él ni para el coche. Al retomarse la sesión a falta de 2 minutos, Pierre Gasly tuvo un trompo en la salida de boxes. Leclerc, Ricciardo y Verstappen mejoraron sus tiempos, que no sus posiciones.

 

CLASIFICACIÓN

Abierta según lo visto en los entrenamientos libres, aunque sin Bottas en la lucha real por las primeras posiciones, la clasificación del Gran Premio de Bélgica comenzó con la pista seca y 15 grados en el ambiente. Entre los de cabeza, sólo los Red Bull optaron por el superblando, mientras Bottas también usaba este compuesto, pero no Hamilton ni los Ferrari, que optaron por el blando. En esas circunstancias, fue Kimi Räikkönen quien dominó la sesión con un tiempo de 1’42’’585, un tiempo que nadie pudo superar, ni siquiera Bottas, que con mejores neumáticos fue segundo a 0’220 segundos. Ricciardo sufrió para lograr un tiempo aceptable, pero al final acabó séptimo, aunque a un segundo de la cabeza.

En la parte media baja, la lucha no tuvo demasiado color. Ni los McLaren ni los Williams tenían la velocidad para optar a la segunda ronda clasificatoria, pese a que tanto Alonso como Vandoorne hicieron uso del juego de los rebufos entre ellos. Con el español decimoséptimo a 2’332 segundos, le siguieron en el fondo de la parrilla Sirotkin, Stroll y Vandoorne. El belga siempre fue el último en cualquier sesión de entrenamientos.

También cayó eliminado Carlos Sainz, un resultado duro para el español, que fue superado no sólo por su compañero de equipo, sino que Pierre Gasly lo superó por más de dos décimas para dejarlo fuera. El resto fue mucha mezcolanza que dejaba poco clara la visión de quién estaba más fuerte para pasar a la última sesión de clasificación, aunque Leclerc y Ericsson se mantenían en octava y décima posición.

La segunda sesión seguía siendo seca, aunque nublada. Nico Hülkenberg no dio ninguna vuelta, algo que podría esperarse en Valtteri Bottas, pero el finlandés sí que tomó parte en la sesión –neumáticos blandos- para ser cuarto y pasar a la última sesión. La sorpresa fue que los Sauber se desdibujaron, pese a ser una buena clasificación. Se vieron superados por los Toro Rosso –Gasly por delante de Hartley-, así que Leclerc acabó decimotercero y Ericsson decimocuarto. De esa forma, los Haas, que parecían algo perdidos en Spa-Francorchamps, relucieron en la clasificación y se colocaron séptimo Grosjean y décimo Magnussen. Muy buena actuación también de los Racing Point Force India, con Pérez sexto y Ocon noveno.

Que los Red Bull no eran rivales para la clasificación quedó claro en esta sesión, con Verstappen quinto a 1’053 segundos y Ricciardo octavo a 1’625 del mejor tiempo. Ese fue para Sebastian Vettel, que mantenía así el dominio de Ferrari en todas las sesiones del fin de semana, y además batía el famoso récord del Porsche 919 Hybrid Evo, el prototipo que marcó un 1’41’’770 en el circuito belga. Con un tiempo de 1’41’’501, Vettel lo reclamó para la F1, algo que también lograron Kimi Räikkönen, segundo a 0’032 segundos, y Hamilton, tercero a 0’052 de Vettel, dejando claro además que su Mercedes sí que podía contar para la pole.

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Pero justo en el espacio entre la segunda y la tercera ronda, la lluvia apareció. En un principio todos intentaron probar los superblandos, pero Bottas hizo un trompo saliendo de Blanchimont en la vuelta de lanzamiento, encabezando el grupo, y eso acabó de convencer a todos –menos a Pérez y a Ocon- para entrar a boxes y colocar intermedios. ¿Funcionaría para el Racing Point Force India? Pérez perdió el coche en el Raidillon, y casi impacta con las barreras. Ocon tampoco marcaba buenos tiempos. La pista estaba muy mojada. Comenzaba la imprevisibilidad.

Verstappen fue el primero en marcar un tiempo con los intermedios, pero pronto fue superado por Kimi Räikkönen, con un 2’02’’671 que sólo superó Vettel, con un 2’02’’446 que pronto rebajó aún más, hasta el 2’01’’188. El alemán firmaba unas vueltas sólidas, con un segundo sector más débil. Lewis Hamilton, que estaba cayendo en la clasificación, cometía un error en Fagnes, y parecía que el tiempo jugaba en su contra. Pero la pista se iba secando, y algunos rivales desaparecían. Por ejemplo, Bottas no daba ni una vuelta. Räikkönen, que podía luchar por la pole, se bajaba del coche al quedarse sin gasolina y no dar tiempo a salir de nuevo, lo mismo que los Red Bull.

Era un mano a mano entre Hamilton y Vettel, el inglés marcando el tiempo primero. Y con la pista mejorando, marcó un 1’58’’179 para lograr la pole. Vettel intentaba arrebatarla, y venía rápido, pero un segundo sector lento y un tercero no muy brillante, le daban un 1’58’’905 que sólo le permitía ser segundo, pese a que la pista, en teoría, estaba mejor en su vuelta. Como en Hungría, lo que era hipotéticamente una primera línea Ferrari se diluyó con las gotas de lluvia, dejando al Mercedes en la pole, a Vettel segundo y a Kimi sexto.

Detrás de ellos, copando la segunda línea, los Racing Point Force India, con Esteban Ocon aprovechando su oportunidad y el momento al máximo para ser tercero, aunque a 3’672 segundos, con Pérez muy cerca, a sólo 0’043 segundos de su compañero. Brillante también Romain Grosjean, en quinta posición, superando a Räikkönen. El naufragio para los Red Bull, séptimo y octavo con Verstappen y Ricciardo, seguidos de Magnussen, que no pudo igualar el desempeño de su compañero de equipo.

Y cuando los pilotos se bajaban de los coches, el sol apareció. Sebastian Vettel miraba la luz solar bañando el circuito. Entre climatología y una actuación lejos de ser perfecta, otra oportunidad perdida que habría que materializar obligatoriamente en la carrera. Al menos era segundo. Hamilton estaba exultante, claro. Sus manos y un poco de buena fortuna con el clima le habían dado una pole que difícilmente hubiera podido esperar, abriendo la posibilidad de aumentar su ventaja en el campeonato.

 

CARRERA

Mismo clima para el domingo que todo el fin de semana, con más sol, aunque la temperatura de 17 grados en el ambiente que seguía siendo más bien fresca. El calor lo puso la leyenda que es Jacky Ickx con una vuelta al trazado con un Ferrari lleno de significado. Era el 312B de 1970 con el mismo número -27- con el que el belga participó en el Gran Premio de Bélgica de ese año, en el viejo Spa-Francorchamps de 14.100 metros que ese día vivió por última vez una carrera de F1, no ya sólo en el viejo trazado, sino hasta 1983. Seguro que tanto a Ickx como a la preciosa obra de Mauro Forghieri, el nuevo Spa-Francorchamps les supo a muy poco.

Otro Ferrari tenía que deslumbrar en la carrera, por necesidad: Sebastian Vettel debía superar como fuese a Lewis Hamilton en la salida, pero el inglés no se lo iba a poner fácil. Pero antes, tanto Carlos Sainz como Stoffel Vandoorne sufrían penalizaciones por cambios en sus motores, lo que dejaba finalmente al belga en último lugar pese a todo. Junto a ello, los diez primeros en parrilla salían con el superblando, mientras que los restantes lo harían con el blando, excepto Carlos Sainz, que buscaba algo diferente con las gomas medias.

Las luces se apagaron, y Hamilton comenzó bien, pero Vettel lo hizo un poco mejor. La distancia hasta La Source era breve, pero el Ferrari estaba justo en el exterior, en paralelo. Hamilton mantuvo la posición, con un Ferrari a la zaga. Esta vez Vettel no cometió el error de querer atacar demasiado pronto hacia Eau Rouge, sino que esperó a la recta de Kemmel. Pegado a Lewis, tomó el exterior y superó al Mercedes. En los espejos de ambos, dos Force India les presionaban, hasta el punto de que Vettel vio por el interior a Esteban Ocon, que pudo llegar a ser primero con una frenada más valiente, pero seguramente caótica. Hamilton tenía Pérez a su izquierda. Cuatro casi en paralelo. Al dejar atrás Les Combes, Sebastian Vettel era líder de la carrera, que era justo lo que necesitaba como respirar. Justo unos segundos después, el coche de seguridad estaba en la pista. ¿Qué había ocurrido por detrás?

El caos. Desde el fondo de la parrilla, Nico Hülkenberg se abrió paso por la zona izquierda de la pista, buscando el exterior de la primera curva. Sin embargo, en el frenesí del momento perdió la referencia de frenada. Delante suyo estaba Fernando Alonso, que partía decimocuarto. El golpe empujó al McLaren contra el Sauber de Charles Leclerc, y subió por su alerón trasero hasta volar, segando de paso el alerón trasero de un Daniel Ricciardo que no había tenido un buen arranque, y que con el golpe impactó contra el neumático trasero derecho de Kimi Räikkönen, que pinchó, el cual a su vez se había visto encajonado por Kevin Magnussen y su fulgurante salida. El McLaren giró en el aire, destrozando la toma de aire del motor del Sauber e impactando contra la parte delantera derecha del Halo instalado en el monoplaza suizo. Y por si no bastara, Bottas también chocó con la parte trasera del Williams de Sergey Sirotkin, sin mayores consecuencias que algún fragmento del alerón volando y una posterior sanción para el de Mercedes. Cuando todo se detuvo, ningún piloto había sufrido consecuencias físicas, especialmente Fernando Alonso y Charles Leclerc, a quien seguramente el Halo le salvó de un impacto. Ese horrible elemento ya ha justificado con creces su presencia. Muchas gracias. Parra Hülkenberg, diez posiciones de parrilla en Monza como sanción.

Daniel Ricciardo y Kimi Räikkönen se encaminaron a los boxes, el primero para cambiar sus dos alerones y revisar el coche, el segundo para sustituir el neumático dañado, aunque varios daños –entre otros el alerón trasero- le obligarían a abandonar definitivamente en la vuelta 9, tras una nueva visita en la octava a los boxes. El coche, según Kimi, era inconducible en recta. Ricciardo volvería a pista en la vuelta 5, justo cuando se iba a relanzar la carrera, y se retiraría en la 31 ante la imposibilidad de salir del último lugar. Hamilton tenía una nueva oportunidad de superar a Sebastian y devolver el golpe. Subiendo hacia Blanchimont, el Ferrari aceleró, pero el Mercedes no se quedó atrás. En un momento de duda, Lewis se asomó al interior de Sebastian en la frenada del Bus Stop, bloqueando la rueda delantera derecha: acababa de regalar unos metros preciosos al Ferrari, que en la recta de meta y en toda la sección hasta Les Combes, logró una ventaja suficiente para no verse en problemas con el líder del mundial.

Al paso por meta en la vuelta 6, el orden era Vettel con 1’6 segundos de ventaja sobre Lewis, que a su vez tenía 2 con Sergio Pérez, y tras ellos Ocon, Verstappen, Grosjean, Magnussen, Gasly, Ericsson, Sirotkin, Stroll, Hartley, Sainz, Räikkönen, Vandoorne –paró en boxes en la vuelta 3 para colocar superblandos-, Bottas –que hizo lo mismo que Stoffel- y Daniel Ricciardo con una vuelta perdida. Pronto Bottas superó tanto a Kimi como a Vandoorne para colocarse decimocuarto y comenzar su remontada.

Por delante, Vettel aplicó un ritmo implacable para ir abriendo un espacio de seguridad con Hamilton, que en la vuelta 10 ya era de 3 segundos. En esa misma vuelta, Max Verstappen finalizaba su ascenso al tercer lugar adelantando a Sergio Pérez en Les Combes, tal y como había hecho con Ocon tres vueltas antes. El holandés, que partía séptimo, estaba ya en el podio, pero a 10 segundos de Hamilton e incapaz de acercarse al británico. Su lucha era por evitar que Valtteri Bottas pudiera llegar a ese lugar. El finlandés seguía avanzando con soltura por el grupo, y ya era décimo en la vuelta 12 tras adelantar a Sergey Sirotkin. Los líderes, sin embargo, se estabilizaron en una distancia de 3’8 segundos que no se movió durante varias vueltas, hasta que Hamilton comenzó a subir el ritmo: las paradas estaban cerca y había que colocar en una situación lo más crítica posible a Vettel.

Era la vuelta 21, con una distancia de 3 segundos, cuando Hamilton tomó el angosto carril de boxes. A Vettel le habían pedido detenerse, pero prefirió esperar: sus neumáticos estaban perfectos mientras que los de Hamilton mostraban ya degradación. La parada del inglés fue rápida, pero salió en tercer lugar tras Verstappen, al que se acercaría pronto, pero no lo suficiente. Porque en la vuelta 22, era Vettel quien se detenía, y retomaba la carrera primero con una distancia de 1’7 segundos con Verstappen. Camino a Les Combes, Hamilton adelantó al holandés, pero de ninguna manera iba a poder acercarse a Sebastian, que poco a poco volvió a aplicar su mejor ritmo, también con los blandos, para distanciarse de su rival por el título.

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En la vuelta 30, la distancia ya era de 5 segundos, y la lucha parecía cerrada. En esa misma vuelta se detenía Valtteri Bottas, que volvía en sexto lugar, pero que dos vueltas después marcaba la vuelta rápida de carrera -1’46’’286- mientras pasaba a Esteban Ocon por el quinto lugar. Sergio Pérez resistió un poco más, pero en la 40, a cuatro del final, ya estaba en cuarto lugar tras superarlo, una vez más como en todas las ocasiones, en Kemmel. Era a todo lo que iba a llegar el finlandés. Nada más cambió en la clasificación, con Sebastian Vettel cruzando la línea de meta con 11’051 segundos sobre Lewis Hamilton. Era justo lo que necesitaba.

Porque Sebastian Vettel se vio desplazado el sábado de lo que debería haber sido su posición de salida, pero no podía dejar escapar esta victoria una vez más. Sabía que tenía una oportunidad, y no era en La Source salvo debacle de Hamilton en la salida. Era en Les Combes, así que trabajó pensando únicamente en esa zona. Si no hubiera superado a Lewis, le hubiera resultado muy difícil desbancarle del primer lugar, si es que lo hubiera conseguido. Cantó, saltó, bailó, pero también agradeció a los motoristas de Maranello su gran trabajo con la unidad de potencia, que al inicio de la era híbrida era un desastre, pero ahora puede decirse con seguridad que es la mejor. Ningún otro motorista ha llegado a superar a Mercedes. Ahora, entre piloto, chasis y motor, Ferrari no puede dejar escapar este título.

Hamilton estaba serio, y se quejaba de que el Ferrari era muy rápido. Esa es la sensación que toda la parrilla ha tenido durante cuatro años. Pero Lewis supo ser inteligente, y sacar un segundo lugar muy válido en clave de campeonato, que le hace minimizar la pérdida y maximizar la ventaja adquirida, que sólo queda reducida a 17 puntos, que son muchos. Sin embargo, encaminarse a Monza no es la mejor noticia en este momento para el inglés, que quizás desee que la lluvia haga acto de presencia no ya el sábado, sino el domingo, dado que el Mercedes se muestra como un coche muy noble en condiciones de mojado.

En tercer lugar, lejos de los líderes -31’372 segundos con Vettel- llegó Max Verstappen para alegría de sus incondicionales, que llegaron en masa al circuito belga, sucedáneo de carrera local para Max. Su adelantamiento a Esteban Ocon fue más propio de un Nigel Mansell que de nuestro tiempo, y eso es lo que nos enamora de Verstappen. Si Ocon protegió el interior, Max simuló mantenerse en el exterior para, en el último instante, virar al interior de un confiado Ocon, que no pudo hacer nada por evitar verse superado. Fue el adelantamiento del día, uno en el que Max Verstappen se mostró maduro y sereno, quizás ya colocándose los guantes de primer piloto indiscutido en Red Bull. Gracias a ello, y a la mala fortuna de Ricciardo, el holandés ya le supera en el campeonato.

Impecable Valtteri Bottas hasta el cuarto lugar, su único fallo el leve toque con Sirotkin en la salida, lo que le costó una sanción de 5 segundos que no varió la clasificación. Fuera de eso, el segundo de Mercedes rubricó una gran actuación que da unos puntos valiosos a Mercedes en el campeonato de constructores, donde amplían su ventaja a 15 puntos con Ferrari. De no mediar penalización, el podio hubiera sido suyo, siempre que Kimi Räikkönen se lo hubiera permitido, claro. Porque en su circuito, el segundo Ferrari tuvo una serie de infortunios que le privaron de un podio razonablemente seguro, y quizás de una victoria en las circunstancias adecuadas.

Quizás los más felices el sábado, y muy satisfechos el domingo, todo el equipo Racing Point Force India. Pasaron por semanas de desaparición casi segura, llegó la salvación, y para demostrar su gran desempeño, en Spa-Francorchamps obtuvieron un resultado espectacular, con el quinto de Pérez y el sexto de Ocon. El mexicano se vio superado en clasificación, pero demostró sus hechuras en carrera, dejando atrás a su talentoso compañero de equipo, del que se rumorea que en Monza no tendrá asiento, a no ser que McLaren lo acoja tirando a Vandoorne. Que Esteban merece estar en F1, y más tras un fin de semana como este, es una obviedad. Que lo que merecemos no se corresponde con la realidad de los negocios y de la vida misma, otra.

Otros que llegaron en pareja fueron los Haas, con Grosjean séptimo y Magnussen octavo. Carrera discreta de ambos, sin grandes destellos, pero segura, que es justo lo que necesitaba el equipo ahora y a principio de año, cuando se perdieron muchos puntos. Quizás más decepcionante en el lado de Grosjean, que partía quinto y perdió dos lugares, y ni siquiera pudo poner en problemas a Ocon o Pérez, pese a contar con el motor Ferrari. Detrás de ellos llegó Pierre Gasly, que celebraba así su ascenso a Red Bull, con una carrera muy sólida en la que el motor Honda dejó entrever algunas notas positivas, como el hecho de que el Sauber, con motor Ferrari, fuese incapaz de acercarse. Segunda carrera seguida que Gasly puntúa, y tercera para Toro Rosso. Cerrando la zona de puntos, Marcus Ericsson con una carrera siempre en zona de puntos. Su momento fue con el adelantamiento a Brendon Hartley, que tuvo que trabajarse durante dos vueltas. Eso sí, el sueco fue el primero de los doblados, y deja la duda de qué habría hecho Leclerc de no tener que abandonar en la primera curva, dado su ritmo de carrera el viernes.

Fuera de los puntos, y bastante lejos, Carlos Sainz, que intentó una estrategia distinta para poder progresar desde el fondo de la parrilla. Pero el Renault devoraba los neumáticos, y tampoco tenía nada más. Un circuito poco propicio que deja al descubierto algunas carencias en el monoplaza que se repetirán en Monza, pero que en otras pistas deberían maquillarse o anularse si llegan mejoras. Un fin de semana para olvidar en resultados. Tras él llegaron los Williams, con Sirotkin duodécimo y Stroll decimotercero. El ruso estuvo toda la carrera por delante del canadiense, e incluso aprovechó la confusión inicial para rodar en zona de puntos en el primer tercio de carrera. Muy criticado, comienza a mostrar adaptación y velocidad, todo ello en comparación con su compañero, que puede tardar poco en dejar de serlo.

Brendon Hartley fue decimocuarto, y sólo la ausencia de pilotos en la estructura de Red Bull le mantiene en su asiento. El último clasificado, Stoffel Vandoorne, como todo el fin de semana. Pero esa no es la realidad del belga, que no ha pasado de ser el asombroso piloto que aniquiló a todos en la GP2 a un mediocre en tres años. Ha topado con la peor McLaren de la historia, con un motorista que no dio con la clave, y con un compañero de equipo que se caracteriza por destrozar a sus vecinos de box. Ocon podría ocupar su lugar si entra en el habitáculo del McLaren, y del mismo modo que será bueno no perder a Esteban, si perdemos a Stoffel estaremos viendo irse a un gran talento.

Quinta victoria del año, 52ª de su carrera, dejando atrás a Alain Prost, y tercero con más victorias en la historia. Sebastian Vettel ha cometido errores esta temporada y ha perdido otros puntos por otras circunstancias. Pero en las montañas belgas ha comenzado la remontada, y no puede fallar ni un solo paso. Hamilton es demasiado bueno como para permitirse más fallos. La victoria llega en el mejor momento, justo cuando se encaminan a Monza, el hogar de Ferrari, donde los gritos de los tifosi le darán un caballo extra en su excelente motor. Pero eso no significa que Mercedes esté vencida. Las rectas del Parco Reale di Monza esperan otro duelo.

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8 comentarios
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Ascari
28 Ago 2018 - 16:41
Si lo llevan así hasta el final habrá sido el mejor campeonato en años. Forza Ferrari. Avanti Seb.
28 Ago 2018 - 16:13
No entiendo como artículos de Calidad cómo éste y otros tantos que escribe el bueno de JMV y otroa redactores los bajáis tan rápido y en cambio mantenéis arriba durante días notas morralla que no aportan nada más que clickbyte...ah claro que tonto soy...que no interesan los articulos de auténtica F1 sólo buscáis amarillismo y visitas...
Pasion F1
28 Ago 2018 - 13:16
Muy bien esplicado, bravo
28 Ago 2018 - 01:03
Excelente, cómo siempre. Saludos.
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28 Ago 2018 - 01:03
Excelente articulo. Muy completo y real. Da gusto leer.
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germano
28 Ago 2018 - 00:06
excelente nota
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Sandman
27 Ago 2018 - 23:45
Excelente recuento de una semana y algo más, justo, imparcial, sin chismes ni nacionalismos. De lo mejor que se lee sobre F1.
27 Ago 2018 - 22:23
Felicidades nuevamente, un excelente y detallado repaso a todo lo acontecido en Spa...
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