Laia Sanz y Patricia Pita enseñan los 'secretos' de Astara para el Dakar 2024

La nueva incorporación del equipo llega directamente de Uruguay, donde fue una mujer pionera en las competiciones de motor. De hecho, fue la primera mujer del país en competir en rallies. Para ella, estar en el equipo tiene un sentido especial, ya que Laia Sanz siempre fue una referencia para ella. Y la catalana ha cogido los galones y la responsabilidad para tratar de ayudar en todo lo que pueda a su compañera. Porque, aunque son rivales, están en el mismo equipo.

"No me lo creía cuando me dijeron que iba a compartir equipo con Laia. Fue de un día para otro y, cuando colgué la llamada, llamé a todo el mundo: a mi pareja, a mis padres… Me llena de orgullo compartir equipo con ella", ha confesado con una amplia sonrisa en la cara. 

Juntas, han enseñado algunos de los 'secretos' más importantes del nuevo Astara-02 Concept. Son Century CR6 realizados en Sudáfrica, que utilizan un motor V6 biturbo Audi de 4 litros con 400 caballos, sustituyendo al V8 anterior. También utiliza un combustible neutral en carbono en su totalidad por primera vez, después de que en los dos primeros años eligiesen una mezcla entre gasolina y combustible sintético. Así que podrán competir en la categoría destinada para aquellos coches sostenibles.

Laia Sanz ha analizado algunos de los entresijos más importantes del buggy. "Este coche lleva un motor nuevo respecto al del año pasado, más ligero, más abajo. Es un motor biturbo. La verdad que va muy bien, acabé muy contenta de los test en Marruecos", ha explicado sobre sus primeras impresiones. 

"Respecto al año pasado ha mejorado el capó, que es más bajo. La visibilidad, aunque parece una tontería, ha mejorado. Sobre todo en esta parte, que es donde pones el ojo cuando estás coronando una duna", ha añadido. Esos "pasitos" hacen que se haya mejorado el coche con respecto al presentado para el Dakar 2023. 

"El buggy a diferencia del coche 4x4 puedes hinchar y deshinchar las ruedas desde dentro del coche. Esa es la ventaja principal de un coche de tracción trasera. Hay miles de botones, todo parece muy complicado, pero no lo es tanto", ha bromeado. Su experiencia la avala, después de 13 participaciones en la competición –la de 2024 será la decimocuarta–, así que ha querido explicarlos paso por paso.

Si algo han destacado las dos pilotos es la utilidad del autohinflado en este tipo de coches: "Se usa mucho. Por ejemplo, haces diez kilómetros de arena en las que tienes que ir muy deshinchado y luego entras en una zona de piedras en las que tienes que ir muy hinchada". 

También han analizado los repartidores y el limitador de velocidad, puesto que hay tramos en los que hay que reducir a 50 o 30 kilómetros/hora y eso se puede activar en el coche con tan sólo un botón. Algo que facilita mucho la tarea. Y también tiene, como no puede ser de otra forma, gatos hidráulicos que ayudan en el cambio de rueda pinchada o cuando el buggy se queda enterrado en la arena.

Aunque Sanz ha reconocido que ella, igual que Pita, está más centrada en conducir durante la prueba. Así que será el copiloto –Maurizio Gerini en el caso de la catalana y Paolo Bioggoni– el que esté centrado en estos controles. 

MENTALIDAD DE EQUIPO 

En cuanto a la relación que mantienen, las dos tienen claro que "cada una tenemos nuestra guerra a luchar", con "objetivos muy distintos". Por un lado, la piloto del Acciona Sainz en Extreme E quiere luchar por el podio después del año pasado, donde un aparatoso y fuerte accidente dejó destrozado el coche y complicó su experiencia. 

"Creo que de esos años complicados es de los que más se aprende", ha analizado Sanz. "Este año hemos mejorado en cuanto a coche y en cuanto a equipo técnico. Creo que vamos dando pasos también que es lo que queremos y el objetivo, y esperemos que se vea reflejado en los resultados", ha asegurado esperanzada. 

Sin embargo, su compañera quiere ir poco a poco. Es la segunda vez que participa en la prueba, la primera con Astara, y su principal objetivo es terminar. "Queremos ir aprendiendo y mejorando etapa a etapa y, sobre todo, sobrevivir a las dunas de Arabia Saudí y poder terminar", ha confesado la joven. 

Pero si algo tienen claro es que, lejos de competir la una contra la otra, quieren aprender y nutrirse de sus conocimientos. Hacer equipo porque juntas son más fuertes. "Nos ayudaremos mutuamente. Creo que las dos queremos lo mejor para la otra, y también para el equipo", ha apuntado la española. 

Su compañera de equipo ha apoyado esa teoría, porque "me encantaría verla a ella en el podio y a ella a mí con la medalla". "Por nuestra manera de ser, la competencia más fuerte la tenemos con nosotras mismas. Queremos mejorar y superarnos", ha añadido. 

Además, ella siempre ha admirado a la española y no le importa reconocerlo. De hecho, cuando hablan entre ellas se nota que hay mucha complicidad a pesar de que no hace tanto tiempo que se conocen. Su primer contacto fue en los test de Marruecos, pero congeniaron enseguida, ha contado Sanz. 

"Creo que hubo feeling enseguida. Nuestra historia es en deportes diferentes pero con historias parecidas", ha sentenciado la ya veterana piloto.