Isidre Esteve quiere llegar al 'Top 20' del Dakar: "Este año llegamos preparados"

Entrar entre los ‘top 20’ siempre había sido su sueño desde que el destino le jugó una mala pasada en una raid español, una caída que le dejó parapléjico. La silla de ruedas iba a ser desde entonces su fiel compañera, casi cómplice. Isidre, desde el primer momento, no se sitió postrado ni frustrado, miró hacia delante y lo tuvo claro, ‘si no es con dos, será con cuatro’, pero un Dakariano siempre es un dakariano. Un objetivo que acarició en 2018 y 2019, cuando acabó 21º, que hubiera logrado el pasado año de no ser por una avería final que les hizo perder posiciones.

"Isidre tiene tal pasión que no puedes decirle no", explicó uno de sus patrocinadores. Repsol, KH7, Toyota Gazoo Spain, MGS Seguros son sus apoyos de siempre. Hay simbiosis entre ellos.

Isidre ha superado muchos obstáculos, todos Desde la adaptación a conducir sólo con las manos, sin accionar los pedales, a ese Dakar que le dejó secuelas en forma de llagas que requirieron mucho tiempo de recuperación… de la que salió el proyecto de un ‘cojín inteligente’ para mejorar la calidad de vida de personas de movilidad reducida.

Junto a su Toyota Hilux T1+, coche de máxima categoría, con el que aspirar a mejores lugares. Mantiene su objetivo ‘oficial’, "acabar en los top-20". Aunque en su alma de piloto estará deseando incluso algo más ambicioso, Esteve es realista y quiere marcarse objetivos ambiciosos pero alcanzables.

"El Dakar ha cambiado muchísimo en los últimos años. Hoy, el nivel técnico es impresionante. Queríamos tener un coche que nos permitiera tener las mismas condiciones que el resto. Y Toyota nos ha brindado esta oportunidad. ¿Top 20?. Esta carrera es cada vez más competida y es más exigente. Ahora tenemos especiales de menos kilómetros que hace años pero con una dificultad enorme, por lo que  hay que tener un material que te permita ser competitivo. Con este Hilux T1+ que vamos a ir al Dakar a ser competitivos. Estoy contento de estar aquí, de tener lo que tenemos a nivel técnico", explica Isidre.

Top 20 puede parecer un objetivo sencillo, ya asumido, pero no olvida que se ha quedado dos veces a las puertas de esa posición. "El nivel mecánico muy similar de los 72 coches de la categoría es muy similar. Hace cinco años había cinco o seis pilotos rápidos, ahora hay 40 y 10 de ellos van muy rápido. Por un pinchazo, que son menos de dos minutos, puedes pasar del 15 al 35 en la clasificación. Este es el nivel que hay en el Dakar y hay que estar en ese nivel… conozco un poco más el coche y sé que podrá ir un poco más rápido. Creo que sí, que el trabajo nos va a servir para estar más adelante".

Siempre optimista, sonriente, con fe inquebrantable en todo lo que hace, pura pasión. Lo deja claro con una anécdota del pasado año. "El año pasado fue la primera edición con este coche y tuvimos un problema al final en las dunas. Teníamos el objetivo claro de estar en el Top-20 y estar más cerca del Top-10 que del 20º. Y a dos días del final tuvimos un problema en el coche en una duna. No arrancaba. Pero por suerte tenemos a Txema (Villalobos, copiloto de Isidre Esteve). Llegó David Castera para decirnos que no nos podíamos quedar en las dunas. ‘David, tengo a Txema trabajando y me ha dicho que va a arrancar'. David no lo creía. Y entonces el coche arrancó. Txema había desmontado  y reparado el motor de arranque en cuatro horas. Es un gran copiloto, necesario en una aventura como esta para afrontar todos los problemas… pero deseo que no nos ocurran cosas así este año y seamos muy competitivos". De no haberlo logrado, el abandono hubiera estado cantado.

Txema Villalobos es su copiloto desde hace algún tiempo. Tiene una tarea difícil, no ya por la navegación sino porque cuando surge un problema mecánico, debe resolverlo sólo; Isidre no puede ayudar como otros pilotos. "Pero no me preocupa. Si surge un problema, lo arreglaré. ¡Seguro!".

El Dakar es una prueba peculiar. No gana quien más corre sino quien menos se para o se pierde. Y el planteamiento anunciado por Castera es de un Dakar durísimo. Isidre está de acuerdo. Van a ser 15 días muy exigentes. A todo el mundo le ocurren cosas, así que hay que tratar de perder el menor tiempo posible con ellas. No se puede tener un Dakar perfecto. Cuando tienes un problema te parece que lo estás perdiendo todo, pero no eres el único. Debes estar tranquilos y tener la cabeza fría y serena para salir de ahí y seguir, señala. No pensar en el tiempo que pierdes, sino centrarte en buscar la forma de perder el menor tiempo posible.

Y Villalobos también se siente mejor preparado. "Cada vez conozco mejor el estilo de navegación de la organización, dónde pueden estar las trampas del roadbook, la respuesta del coche y los problemas que pueden llegar a surgir. Esto me da más tranquilidad y la esperanza de que nos va a ir bastante mejor y que, si no fallamos ningún día, podremos estar lo más adelante posible".

Fe, pasión, trabajo… y el aderezo final de admiración por Isidre: "Si otro piloto tuviera que pilotar sólo con las manos, como hace Isidre, no lo lograría".

Ambos llegan mejor preparaos que nunca. Corrieron la Baja Aragón y el Rally de Marruecos y han mejorado muchas cosas. "Hemos estado trabajando en la configuración de los frenos del coche y en Marruecos vimos que habíamos dando con la tecla y que a Isidre le daban más confianza para frenar más tarde. Llego con ganas de hacerlo muy bien y no fallar en la navegación", ha señalado Txema.

Este año la competencia será aún mayor. Hay más Toyota, más Mini; Prodrive BRX va a tope, Toyota ha renovado su equipo oficial, hay algunos Mini privados muy buenos y llega Ford oficial. No les teme. "¿Si estoy listo? Por supuesto que estoy listo. ¡Estamos listos!".