Hyundai se decidirá por el WEC y podría dejar su actividad en rallies a una estructura privada

En Lamia, todo se está precipitando desde el momento que Cyril Abiteboul al confirmar que Hyundai seguirá en e WRC en 2026, como había dicho, no descartó que la participación sea a través de un equipo privado. ¿A imagen y semejanza de Ford y M-Sport?

“Si se ajusta a nuestra estrategia. Lo primero que tenemos que hacer es definir nuestra estrategia. Si se ajusta a nuestra estrategia, entonces la ejecución, el modelo operativo, estaremos abiertos a cualquier cambio”, señaló Abiteboul a Dirtfish.

Todo ello mientras se rumoreaba la posibilidad de que este equipo ‘privado’ pudiera ser una nueva estructura puesta en pie por Thierry Neuville. Neuville tiene cierta experiencia en este campo no en vano los TN1 que dominan el Europeo de Car Cross Junior son suyos.

En otras palabras, todo el asador en el WEC y la continuidad en el WRC sería de ‘bajo perfil’. Eso sí, Hyundai estaría cerrada a la posibilidad de entrar en la F1, aunque se ha rumoreado que Liberty la cortejaba, aunque fuera como motorista.

En Austin se afirmó que los coreanos estarán presentes en el WEC a partir de 2026, quizás con la vista puesta en apostar por el hidrógeno, como hará Toyota, a partir de 2028.

La decisión es la de estar presentes con un coche respondiendo a las reglas LMDh, usando por tanto un chasis confeccionado por uno de los cuatro proveedores homologados. Obviamente, le promesa debería extenderse asimismo a IMSA, no en vano Hyundai tiene notables intereses en el mercado americano.

No está claro si usaría el nombre de Hyundai, si apostaría por N o bien si aprovecharía la ocasión para potenciar la imagen de Genesis.

El problema de Hyundai en rallies es la creciente electrificación de sus modelos, y que en estos momentos el i20 N usado como ‘base’ está previsto que salga de producción. Un problema para estar en Rally2, si se quiere, no tanto en Rally1 donde lo único que se conserva de un modelo de serie es el estilo de la carrocería. 

Obviamente, las incertidumbres con respecto al futuro del WRC, la necesidad de remodelación del campeonato, de los reglamentos técnicos y el bajón mediático de la disciplina tienen mucho que ver también en la decisión.