Gerard Farrés, en busca de la victoria en T4 que le debe el Dakar

En realidad, no tiene una asignatura pendiente, sino una deuda por cobrar. En 2022 South Racing le contrató para hacer de ‘mochilero’ de Austin Jones con un Can-Am T4. Las circunstancias de la carrera hicieron que se encontrara líder a falta de una etapa… pero cumplió su papel y cedió la victoria al americano. Pocos lo hubieran hecho, casi nadie, y seguro que de hacerlo se hubieran arrepentido y aireado la ‘crueldad’ del equipo. Gerard no. Asumía su papel y asegura todavía "no me arrepiento para nada. Me hubiera sentido mal de no hacerlo".

Así es Gerard Farrés. La competición no es sólo ganar, es un estilo de vida, en el que la palabra empeñada cuenta. No tiene todavía el ‘Touareg’ como ganador, pero aspira a tenerlo dentro de un mes. La pasada edición estuvo muy cerca de tenerlo, pero una avería de una pequeña pieza, apenas 5 euros, le relegó a la quinta plaza en los compases finales.

De hecho, ya tiene una primera victoria. Estará en la salida. Para algunos lo más difícil no es enfrentarse al desierto, sino tener el vehículo en el podio de salida. Y este año, Gerard estuvo muy cerca de tener que renunciar.

"Hace poco más de un mes no tenía nada, me faltaban dos patrocinadores.  Estábamos fuera”, recuerda.  "¿Cómo puede ser? Porque todo está cambiando. Antes tú dabas gas y tirabas hacia adelante con los equipos. Pero ahora los equipos te piden patrocinios y esto lo hace realmente complicado. Antes no pasaba y ahora se ha convertido en muy difícil. Pero es lo que hay, o lo tomas o te quedas en casa", explica.

Era 11 de noviembre y decidió quemar los últimos cartuchos pese a ser sábado. Llamó a Eladi Ferrer, el propietario de una firma especializada en embutidos de caza, Botularium, y a los propietarios de la marca de motos Macbor. ¡Bingo! Los números cuadraban. "Cuando ves que llevas trabajando todo un año y todo se te escapa al final, es duro, muy duro…", pero afortunadamente, aunque fuera en prácticamente en ‘tiempo de descuento’, la primera eliminatoria fue superada.

Quien sabe si un poco el culpable de todo fue Domingo Ortega, su copiloto, melillense. "No me importa dormir sobre las piedras. Melilla nos da un dinero. Es para ti. No quiero ni cobrar", le dijo.  "Todos me han ayudado y esto es lo más bonito. Me quedo con eso. que te diga eso tu compañero… esto es lo que me hace sentir feliz. Me da fuerza para este año y para muchos más. Esto ha pasado porque estoy seguro que vendrán años mucho mejores. En el Dakar este año me sentiré acompañado por un montón de gente, de todos vosotros", explica emocionado. En realidad, simplemente ha cosechado todo lo que ha sembrado en muchos años de competición.

Su ‘máquina’ tiene una decoración especial. Está ‘repleta’ de ‘bolas de dragón’ en recuerdo a una serie de TV que fue popular en TV3, ‘Bola de Drag’, estilo manga japonés.  En la serie, cuando el protagonista lograba reunir las Bolas de Dragón se cumplían varios deseos. Gerard pide sólo uno, su ansiado ‘touareg’.