Cristina Gutiérrez, el futuro con Dacia y la importancia de tener una "base probada" para 2025

Antes de mirar hacia 2025, Cristina afrontará en enero su última participación en la recientemente renombrada categoría 'Challenger'. En este caso lo hará con un Taurus T3 Max y en este enlace puedes leer el porqué del cambio. Pero el futuro de la española pasa por la máxima categoría como piloto oficial de Dacia y con dos 'bestias' como Nasser Al-Attiyah y Sébastien Loeb a su lado.

No podemos olvidar que la marca del Grupo Renault llegará al rally más duro del mundo apoyada en una estructura del calibre de Prodrive, la cual ya lleva varios años en la categoría 'top' con el Hunter. Y eso es, precisamente, lo que ayudará a que el bólido de 2025 no parta desde cero y pueda evitar algunos problemas de juventud.

"La base del Prodrive está sirviendo para que el Dacia lo construyan sobre una base probada, con muchos kilómetros detrás. Creo que es lo más importante para tener esa fiabilidad y evitar esos problemas de juventud que igual –puede tener– un equipo que empieza desde cero, como Audi en su día", ha comentado Cristina Gutiérrez en el canal de Twitch de SoyMotor.com.

"He estado escuchando que van a aplicar mucha tecnología. En este caso, está trabajando Alpine también. No sólo es Dacia, están metiendo ingenieros de Alpine para tener un coche con las mejores posibilidades. Aplicarán lo que ellos consideren mejor al coche, con lo que ya hay trabajado. La base de Prodrive va a ser un punto muy importante que ellos tendrán en cuenta", ha agregado.

Es más, Cristina sólo ha necesitado señalar a la alineación de Dacia para dar a entender la magnitud de este proyecto. "Ya te digo que para llamar a estos dos cracks –Al-Attiyah y Loeb– y que entren... lo habrán visto bien", ha subrayado.

El hecho de tener a dos leyendas del automovilismo como compañeros sólo puede ser una buena noticia para la campeona de la Copa del Mundo FIA de Rallies Cross-Country de 2021. La burgalesa ha bromeado al asegurar que se ve como el jamón de un sándwich, especialmente en la primera "inmersión" que hizo en la marca junto a ellos, pero ya habla de aprender al máximo de sus compañeros y, por qué no, pelear por etapas.

"¡Soy la tapada!", ha dicho entre risas Cristina. "No, la verdad es que están muy contentos. Ellos son dos gallos que estarán luchando por un mismo objetivo. Si puedo ayudarles e incluso algún día pelear por alguna etapa, sería increíble. Pero bueno, iré de tapada".

"Estoy contentísima con el proyecto. El otro día hicimos una inmersión en la marca, en la que estuvieron también Sébastien y Nasser... y me veo como el jamón del sándwich, allí en medio de los dos (bromea). Es algo que a mí me impacta y quiero aprovechar la oportunidad y aprender al máximo de los dos. He tenido la suerte de estar trabajando con Sébastien en la Extreme E y he sacado mucho partido de eso; ahora, con Nasser, le voy a apretar igual, le preguntaré hasta qué come".

También ha habido tiempo para hablar del test que hizo con el Hunter T1+ tras el Rally de Marruecos… y lo mal que lo pasó Loeb a su lado. En cualquier caso, sabe que ése es su sitio y está contenta de poder compararse con dos de los mejores pilotos del mundo.

"Muy cómoda. Lo primero que me sorprendió del coche es lo cómodo que es y lo primero que pensé es: 'Esto es para mí, es mi sitio'. Tuve la suerte de subirme con Sébastien y él también conmigo, aunque eso no le gustó tanto (risas). Muy bien, muy contenta".

"Es un gran equipo, con 'ingenierazos', mecánicos increíbles... estoy aprendiendo de todo. Tengo la suerte de poder compararme con Sébastien o con Nasser y ver dónde aceleran o dónde frenan, y eso para un piloto es tener en tus manos un libro abierto", ha expresado para cerrar.

Cristina ya tiene el libro abierto, sólo falta esperar hasta la edición de 2025 para verla en la categoría de referencia del Dakar. Y no tengan dudas: 'derribará' la puerta.