Se busca un nuevo Brawn GP para 2022

Naturalmente Brawn no dio pistas sobre su truco ni señaló el área gris del Reglamento que iba a aprovechar, pero fue una posible vía de desarrollo que se le ocurrió a un ingeniero japonés del equipo y Ross creyó que era lo suficientemente interesante como para explorarla y ver hasta dónde les podía llevar.

Quizás fue precisamente eso lo que llevó a proponer a Honda que le cediera el equipo por la cantidad simbólica de un dólar en lugar de cerrarlo cuando los japoneses tomaron de improviso y en el último momento aquella decisión. Sabía del valor de este coche, así que decidió asumir este riesgo.

Un riesgo ganador y bien remunerado, porque Ross no sólo se trajo a casa los dos títulos, sino que al año siguiente hizo caja cuando vendió el equipo a Mercedes por unos 176 millones de dólares. Los otros técnicos que participaron en la operación también salieron beneficiados.

Me he acordado de esta anécdota ganadora al ver el Fórmula 1 de 2022 que la FIA presentó en Silverstone este jueves. El coche que debería solucionar buena parte de los males de la actual categoría reina: la falta de adelantamientos en peleas de tú a tú por la dificultad de rodar cerca del otro coche.

Los que afirman que esta normativa es una fuente de nuevas oportunidades aseguran que será la primera vez en la Fórmula 1 que se iguala la competitividad entre equipos.

¿Serán así los coches de F1? Se le parecerán, pero no serán exactamente así. Los ingenieros que estaban en el paddock comentaban que "nuestro coche será muy distinto. Hay un montón de cosas diferentes que puedes hacer". Y todos sueñan con encontrar alguna cosa como el doble difusor de Brawn que marque la diferencia.

Por ejemplo, las suspensiones en este coche son push-road, pero bien pudieran ser pull-road, ya que se precisa un recorrido mayor que en la actualidad a causa de los neumáticos de perfil bajo.

Por supuesto, las paredes laterales de las alas, delantera y posterior, tendrán diversas interpretaciones. Y aunque los pontones laterales están diseñados aprovechando el volumen máximo reglamentado, podrían ser más pequeños.

Y no creemos que ningún equipo prescinda del efecto Coanda, como parece se prescinde en este modelo de referencia de la FIA.  Por otra parte, la toma de aire del motor parece muy grande y en el fondo plano no se aprecia ningún detalle aerodinámico, hoy en boga.

Sin embargo, hay un detalle que me gusta y que marca la diferencia, un antes y un después. Por vez primera las reglas no se han confeccionado de forma teórica, sobre el papel, en teoría, sino que se ha recurrido al laboratorio, a la práctica, a una 'reglamentación empírica'.

Pat Fry ha dicho que gracias a Amazon han podido usar un software más preciso, más potente, más rápido, que el que usan los equipos de Fórmula 1. Han podio realizar muchísimas más simulaciones hasta hallar una forma ideal, que vaya en consonancia con sus fines.

Y eso quizás acote algunas vías o las posibilidades de sorpresas mayúsculas. Pero parte de la magia de la Fórmula 1 reside precisamente en esas diferencias, en esos detalles que marcan las diferencias… y que siguen manteniendo la aureola de que estamos en la avanzadilla tecnológica

Los pilotos han alabado el proyecto de la FIA. Algunos de ellos ya saben si su equipo va por ese camino o ha encontrado algunos detalles diferentes. Entre ellos Carlos Sainz y Charles Leclerc, que han iniciado ya pruebas en el simulador.

Es cierto. Algunas cosas serán similares, hay unas medidas a respetar… pero el coche presentado más un 'borrador' de un Fórmula 1 o un simple primer boceto o apunte.

 A buen seguro habrá diferencias notables entre este y los coches reales de 2022. Incluso entre estos, que quizás serán grandes en los primeros tiempos… y luego irán convergiendo, porque se irán copiando las soluciones que mejor funcionen. Pero diferencias visibles, para seguir acaparando el interés de los aficionados.

Y ahora siento un punto de atracción. ¿Quién será el nuevo Brawn GP trece años después?