La potencia del motor Ferrari, cosa de Harry Potter

Algo debe de haber en ello. Recordemos que varios equipos han pedido aclaración a la FIA sobre el motor italiano porque su mejora en potencia levanta sospechas.

Se pensó que sería algo relacionado con la quema de aceite, un truco usado hasta hace no mucho por Mercedes y que otros copiaron, pero una astucia a la que la FIA puso coto, mediante el control del consumo del aceite de lubricación del motor.

Toto Wolff está muy preocupado por saber de dónde ha sacado Ferrari este incremento de potencia. Los equipos tienen sus medios para valorar el nivel de los rivales. En Mercedes están convencidos de que al motor térmico es difícil sacarle mayor rendimiento; de un año a otro la ganancia es mínima, "apenas un 1%, menos incluso, así que debemos buscar en otras áeras, desafiar las reglas".

Y eso es lo que parece que han hecho en Ferrari. Se habló de la posibilidad de reservar caudal de combustible entre el caudalímetro y el inyector, pero parece descartado. El último rumor que ha filtrado Dieter Rencken, uno de los periodistas más veteranos del Mundial, lleva a otra pista diferente al ya conocido truco de quemar aceite sin que por ello se quiebren las reglas o al menos sin que se pueda detectar.

Según la fuente del periodista sudafricano, el motor Ferrari llevaría, al parecer, un sistema de refrigeración o un intercambiador de calor aceite/aire –se supone que el intercooler– presurizado. En determinadas circunstancias, el aceite se vaporizaría y de alguna forma se mezclaría con el aire para acabar dentro del motor y obtener el mismo efecto que la quema de aceite de lubricación en el motor… sólo que el aceite de un circuito de refrigeración no está sometido a control. En Ferrari han aprovechado una laguna reglamentaría, algo no legislado, para lograr de forma no ilegal el efecto deseado.

No parece que este sistema pueda usarse por mucho tiempo, si en realidad es aceite de refrigeración, pero sí que daría para la vuelta de clasificación… o para un instante puntual en carrera.

En cualquier caso, Wolff está convencido de que "el aumento de potencia del Ferrari es un valor anómalo" y que, por tanto, no se trata de seguir trabajando en la dirección que lo están haciendo, sino en buscar el truco, un truco que en Ferrari parece que han encontrado o puesto a punto durante la pausa veraniega, una pausa que no es obligada para los departamentos de motores.