Ya se rueda en Le Mans

Una jornada de test que tiene un punto central de interés: conocer el tiempo por vuelta de los Hypercar. Los coches de la nueva reglamentación han sido pensados para que, además de reducir el presupuesto de la categoría reina y atraer así a fabricantes, sean asimismo más lentos. Una ‘vuelta atrás’ recurrente en las prestaciones por razones de seguridad. El pasado año Toyota logró la pole en 3’15”267, aunque el récord de la pole es casi un segundo más rápido.

Con las nuevas reglas, se debe estar justo por encima de los 3’20”-3’22”. La idea era que en carrera el ritmo sea de 3’30” por vuelta, diez segundos más lentos que los antiguos LMP1 para los 13,626 kilómetros de la pista. Son cronos que están muy cerca de los que el pasado año efectuaban los LMP2 –Pole en 3’24”528–. Los LMP2 del WEC tienen algunas restricciones este año, de modo que perderán un par de segundos.

Parece difícil que los LMH vayan a buscar el crono en esta jornada. Los coches son muy nuevos y habrá mucho trabajo que hacer en las nueve horas de estos ensayos: de 9:00 a 13:00 horas y de 14:00 a 19:00 horas. Tienen mucho trabajo por delante: reglajes, prueba de consumo, controlar el desgaste de los neumáticos, verificación de la fiabilidad, ensayos de repostaje... y con los tres pilotos. También perderán algún tiempo porque deben ensayar –todos los coches en pista– el procedimiento de ‘safety car’.

Hay cinco coches de la categoría reina. Los dos Toyota GR010 Hybrid, los dos Glickenhaus SC007 H y el Alpine A480. Este último es un LMP1, el Rebellion del pasado año, acogiéndose a la ‘prórroga’ que estableció el ACO para ‘alargar’ un poco la parrilla hasta que lleguen los nuevos coches anunciados el próximo año en unos casos y otros en 2023.