¿Por qué no despegan las ventas de coches eléctricos?

La consultora francesa Capgemini ha realizado un estudio en el que analiza cuales son las causas de la lenta integración del coche eléctrico en el mercado global. El estudio ha tenido en cuenta la experiencia de 762 personas de Estados Unidos, China y Alemania que han comprado un coche eléctrico o que están verdaderamente interesadas en hacerlo.

La primera y quizá la mayor traba con la que se encuentran los potenciales compradores de un eléctrico es la falta de información. Menos del 40% de las personas que están interesadas o ya tienen un eléctrico reconocen comprender adecuadamente estos vehículos y sus características, como son como el funcionamiento de las baterías, la autonomía o el uso de estaciones de recarga. Sobre todo afecta la conocida como 'ansiedad de autonomía', el miedo a quedarse sin batería antes de llegar al destino. A este efecto, el 95% de los encuestados reconocen que la información es un aspecto vital a la hora de comprar un eléctrico.

La segunda traba es la falta de motivación de los propios vendedores a la hora de llevar a cabo la compra. Sea por la formación que deben llevar a cabo para comprender estos vehículos o la consiguiente demora en la compra por la incertidumbre de los clientes, la cuestión es que las ventas de eléctricos no son tan ágiles como las de los motores de combustión. A esto hay que añadir que el margen de beneficio generado por un eléctrico todavía está lejos del de un motor de combustión tradicional. El 81% de los encuestados reconocieron que lo más importante a la hora de informarse de un coche eléctrico es preguntar por la autonomía. Casi la misma cantidad –80%– piensa que es importante saber si hay posibilidad de cargar el vehículo en estaciones de servicio a la hora de acometer un largo viaje. En este sentido, los encuestados declararon que el factor más decisivo a la hora de comprar un eléctrico es el rango de autonomía.

Finalmente, a la hora de poseer un eléctrico, el 57% del grupo de estudio reconoció que prefieren cargar el coche en casa o que lo haría si finalmente se hacía con uno. A la hora de saber qué tipo de recarga prefiere usar –carga lenta o rápida–, casi el 70% de los mismos prefieren hacer uso de una recarga rápida, para lo que es necesario una estación y un conector específicos, mientras que el 21% no está seguro de las ventajas o inconvenientes de cada una de ellas.

Como soluciones, los redactores del informe proponen a los fabricantes facilitar una serie de respuestas a preguntas frecuentes que hagan llegar a los usuarios interesados por los medios más convenientes. También es adecuado que ofrezcan un servicio de calculadora para poder comparar los costes de un eléctrico frente a otro de combustión en términos de uso diario. Finalmente, a la hora de hacerse con un coche eléctrico, la marca debería tener en cuenta asuntos más personalizados, como la disposición del hogar para la instalación de un punto de recarga y su asesoramiento. La puesta en marcha de soluciones para evitar estos problemas debe ser el punto de partida para un futuro perjuicio de los propios fabricantes.