El taxi eléctrico de Londres quiere expandirse a otras ciudades

Un taxi que tiene algo de barcelonés. Es cierto que hace poco más de una década se intentó traer algunos 'London Cab' o 'Black Cab' –todavía con motor Diesel–, como se denomina genéricamente a estos taxis londinenses, pero la iniciativa no cuajó. Tampoco es porque quien escribe estas letras viera –cuando era niño– habitualmente a los taxis Austin en Barcelona, en los que se inspiró Londres para elaborar el pliego de condiciones que debían cumplir sus taxis, sino porque fue el diseño se ha hecho en la Ciudad Condal.

Fue el centro de diseño que Geely en Barcelona –inicialmente era de Volvo, pero Geely adquirió la firma sueca– el que trazó las líneas estilísticas del modelo. David Ancona fue director del proyecto mientras con José Mª Solé, que se encargó de trasladar los dibujos al diseño por ordenador, y Rafa Sanchís, que se ocupó del interior, fueron sus más directos colaboradores.

La empresa inicia ahora la diversificación del proyecto. Una versión Van, LCV, destinada a paquetería, puede ser muy interesante para el reparo urbano, mientras que habrá una versión 'taxi' con un equipamiento menor, con la que esperan abrirse paso a diferentes mercados.

Jorgen Hoffman, director de la marca desde principios de año, es claro: "Sólo podemos sobrevivir si conseguimos romper los límites del nicho de mercado que es Londres".

La decisión es ofrecer, además de la versión para paquetería, una variante de entrada, el Taxi Icon, por debajo del TX5, porque "el precio de éste, 55.600 libras, casi 61.000 euros, es considerado excesivo en otros mercados. La razón de este precio es el nivel de equipamiento que Londres exige para sus taxis".

Una versión que podría adaptarse a las necesidades de proveedores de servicios de movilidad, como Uber o Lyft, entre otros. Por ello recientemente, expusieron el producto en la Feria del Taxi de Madrid.

Pese a su precio, Hoffmann está seguro de que compensa sobradamente a los profesionales, ya que "el coste de funcionamiento es muy favorable. Puedes ahorrar 100 libras semanales –110 euros– en combustible, es decir casi 6.000 euros al año".

La razón de este ahorro es que TX5 es un eléctrico –con un motor de 150 caballos, es decir 110 kilovatios– de autonomía extendida. Gracias a un pack de baterías de 31 kilovatios hora, el motor eléctrico puede ofrecer una autonomía entre 120 y 130 kilómetros. Aunque las baterías pueden recargarse directamente en un cargador eléctrico, dispone asimismo de un pequeño motor gasolina de 3 cilindros acoplado a un generador, permite ir recargando las baterías y ampliar la autonomía a más de 600 kilómetros. En otras palabras, habilita el TX5 para las 'carreras' extraurbanas, viajes al aeropuerto, etc.

La versión totalmente eléctrica no está descartada, pero no entra en los planes inmediatos, al menos hasta que "las baterías ofrezcan un equilibrio entre capacidad y precio más ajustado".

El TX5 ofrece seis plazas de pasajeros. "Ésta es una de las razones del éxito del Mercedes Vito. Permite no sólo ir con niños, sino también que tres parejas salgan juntas a cenar". Y ofrece además unos servicios importantes a los clientes: wifi, puntos de recarga de móvil, climatizador regulable para las plazas posteriores, techo acristalado. Por razones de seguridad, el conductor está aislado de los pasajeros por una mampara, pero sin que ésta ofrezca sensación claustrofóbica a nadie. Por supuesto, es de techo alto y las puertas de los pasajeros se abren contra sentido, lo que facilita el acceso y la circulación por el interior.

Y digamos que mantiene tracción posterior. Es una 'necesidad técnica' para poder ofrecer un radio de giro extremadamente pequeño, poder girar 180 grados en calles estrechas sin necesidad de maniobra, una exigencia londinense. El coche es ligero, con una estructura de aluminio y carrocería en fibra de vidrio.