Toyota no se deja sorprender por los LMP2 y se lleva la Pole

Kamui Kobayashi logró la Pole con un crono de 2'00"747, medio segundo por delante de su compañero Kazuki Nakajima y su 2'01"266. No sorprendió porque ya en los Libres 3 los Toyota dejaron patente su potencial. El crono de Kamui ha sido apenas un segundo más lento que la Pole del pasado año –1'59"577–; algunos esperaban que los hypercar, más pesados y menos potentes, estarían un poco más lejos.

Quizás la sorpresa haya venido por parte de Alpine, que se estrena en LMH y se vio superado por el mejor de los LMP2, el Oreca de United Autosports en manos de Filipe Albuquerque, que rodó en 2'02"404, a 1,6 segundos de la Pole. Quizás Nicolas Lapierre ‘pagó’ la elección de un único intento, justo al final de la sesión. En cualquier caso, los LMP2 han sorprendido: pese a la potencia perdida –65 caballos– y el incremento de peso de 20 kilogramos, Albuquerque casi ha rodado en el crono de la Pole de la categoría el pasado año –2'02"148–.

Los planes del ACO y la FIA eran que los LMP2 fueran unos tres segundos más lentos que los hypercars en un trazado como Spa. La diferencia de hoy hace pensar que ello será posible en próximas carreras.

Roberto Merhi ha dado la talla. El de Castellón, pese a que sus carreras han sido esporádicas en los últimos tres años, se ha mostrado muy rápido a los mandos del segundo Aurus. En los Libres fue el más rápido del equipo, pero en la clasificación la experiencia de Nyck de Vries se dejó notar. El holandés logró el quinto crono y fue el último de los pilotos en romper la barrera de los 2'03". Merhi marcó el octavo mejor -2'03"475- pero sólo cinco centésimas le separaron de acabar sexto; Van der Garde y Nato le superaron. Tatiana Calderón clasificó 15º el coche de Richard Mille, con un 2'05"284.

En la categoría de GTE-Pro, Kevi Estre se marcó un 'vueltón' con el Porsche 911 RS oficial, mientras que Miguel Molona 'coló' su Ferrari entre los dos Porsche oficiales, superando por muy poco de Lietz. La sesión de los GT se vio interrumpida por una violenta salida del Porsche de Christien Ried.