COCHES

PRIMERA PRUEBA

Suzuki Jimny 2018, primera prueba: aventurero inmortal

Más de 2,8 millones de unidades vendidas en 50 años
Mantiene su ADN 4x4 pero moderniza su equipamiento
Estrena motor de gasolina más potente y eficiente
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Rafael Alonso
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19 Oct 2018 - 09:05

El Suzuki Jimny se ha renovado y, tras casi 50 años en el mercado, da un paso adelante para reivindicar su ADN 4x4 en un mercado saturado de modelos sobreelevados con pretensiones aventureras. En SoyMotor.com hemos tenido la oportunidad de ponerlo a prueba en campo, carretera y ciudad y ha sido una experiencia de lo más divertida.

El primer Suzuki Jimny, el LJ10, se lanzó al mercado japonés en 1970 como un vehículo de trabajo pequeño y económico con capacidad para circular sobre cualquier superficie. Inicialmente sólo tenía tres plazas y equipaba un motor de dos tiempos y 360 centímetros cúbicos que entregaba 25 caballos. Con el tiempo, las versiones LJ20, LJ50 y LJ80 incorporaron mecánicas más grandes, y se convirtió en un producto de gran éxito en Suramérica, Oriente Medio y Oceanía.

La segunda generación, el SJ410, desembarcó en Europa y Estados Unidos en 1981 con un diseño más cuidado que su predecesor, pero sin renunciar a su herencia 'off road'. El objetivo de ser algo más que un vehículo de trabajo ofrecer, además, un comportamiento ágil para un uso lúdico frente otros 4x4 más grandes y pesados. Inicialmente mantuvo la suspensión de ballestas, aunque posteriormente se sustituyó por muelles helicoidales, mejoró sus ángulos de ataque y salida e incorporó nuevas mecánicas de mayor cilindrada y potencia con cambio manual de cinco velocidades, además de la dirección asistida. Se convirtió en un producto global y un superventas que inició la leyenda del 'Samurai', nombre con el que se conocieron las unidades producidas por Santana Motor en Linares, Jaen.

 

 

En 1998 llegó la tercera generación, el JB33, que estrenó una aerodinámica más estudiada e incrementó su batalla para ofrecer un mayor espacio interior. Mantuvo su tradicional chasis de largueros y travesaños en escalera, pero se mejoró la suspensión rígida de tres puntos para lograr un mejor comportamiento en carretera, al tiempo que se acortaron los voladizos para dotarlo de unas mayores aptitudes 'off road'. Con la mejora del confort, la maniobrabilidad y la estabilidad se consolidó como un referente entre los todoterreno ligeros.

Hoy, tras casi 50 años y con más de 2.854.000 unidades vendidas en 194 países, una nueva generación del Jimny ha llegado al mercado para renovar su apuesta en un segmento en peligro de extinción, los 4x4 de verdad. Con la fiebre SUV en plena efervescencia y ante un panorama cada vez más poblado de modelos sobreelevados concebidos para la ciudad, Suzuki ha renovado su todoterreno fiel a sus orígenes: ligero, divertido y muy capaz.

 

COMPACTO, ROBUSTO Y RETRO

El nuevo Suzuki Jimny es ahora más corto, ancho y alto. Mide 3,64 metros de largo -5 centímetros menos que su predecesor-, pero mantiene su batalla en 2,25 metros, lo que le permite ofrecer unos mejores ángulos de ataque y salido con 37 y 49 grados respectivamente. La altura ha crecido en 5 centímetros hasta 1,72 metros, y el ancho se ha incrementado en 4,5 centímetros hasta 1,64 metros. Por último, la altura libre al suelo también es ahora mayor con 21 centímetros -2 más que antes-, y el ángulo ventral de 28 grados.

 

 

La renovación generacional del Jimny ha traído consigo un nuevo aspecto más anguloso y robusto que recuerda vagamente a otros todoterreno de mayor tamaño, pero mantiene elementos de diseño propios de la marca como los faros redondos, las aberturas verticales de la parrilla frontal o los pilotos traseros incrustados en el parachoques. Como singularidad, Suzuki ha dotado a su pequeño 4x4 de vierteaguas en los laterales del techo para evitar que los pasajeros se mojen en exceso al entrar y salir del vehículo, un toque muy retro que permite, además, la instalación de unas barras de techo más anchas que antes. A modo de novedad se han incorporado dos nuevos colores al catálogo: el verde Jungle -disponible en toda la gama-, y el amarillo Kinetic -exclusivo de los dos acabados superiores-.

 

COMO SIEMPRE PERO MEJORADO

A pesar de su nuevo aspecto, Suzuki ha decidido mantener el chasis de largueros en escalera que ha caracterizado al Jimny desde sus orígenes, pero ha reforzado su estructura con nuevos travesaños para ofrecer una mayor rigidez a la torsión. Del mismo modo, las suspensiones de eje rígido con tres puntos de apoyo y muelles helicoidales también se ha reforzado con acero de alta resistencia en ambos ejes para soportar un exigente uso 'off road', al tiempo que se ha implementado una barra estabilizadora de mayor diámetro para lograr un mejor comportamiento en carretera.

 

 

Como no puede ser de otro modo, el Jimny cuenta con un sistema de tracción total desconectable que permite circular sólo con propulsión trasera o engranar la tracción 4x4. Además, la reductora ofrece un mayor empuje para afrontar cuestas muy empinadas, y el control de tracción SLD frena las ruedas con menor agarre para permitir que el vehículo siga avanzando incluso con dos ruedas en el aire. Para facilitar aún más la práctica 'off road', el Jimny cuenta de serie con un asistente en pendiente que mantiene el coche inmóvil hasta siete segundos, así como un control de descensos.

 

UN SÓLO MOTOR, MÁS POTENTE Y EFICIENTE

En el apartado mecánico, el nuevo Jimny sólo está disponible con un nuevo motor tetracilíndrico de gasolina y 1.5 litros que entrega 102 caballos de potencia y 130 Newton metro de par, y puede estar asociado a una caja de cambios manual de cinco marchas o automática de cuatro velocidades. Con todo, el nuevo Suzuki Jimny pesa 1.090 kilos si se asocia al cambio manual y 1.110 si se opta por el automático, lo que lo convierte en el 4x4 más ligero a la venta.

 

 

Independientemente del tipo de cambio elegido, la marca asegura que este nuevo motor es más compacto que el anterior bloque 1.3 -de 85 caballos- y un 15% más ligero, pero además homologa un menor consumo medio -6,8 litros a los 100 kilómetros- y menores emisiones. En este sentido, aunque se ha homologado en base al nuevo ciclo de emisiones WLTP con un dato de 178 gramos de dióxido de carbono por kilómetro -si se asocia al cambio manual-, el cálculo correlado al anterior ciclo NEDC arroja 156 gramos de CO2 por kilómetro, lo que le permite situarse en una banda inferior al del modelo anterior en el impuesto de matriculación. Así, el comprador de un Jimny con cambio manual deberá pagar un 4,75% de impuesto de matriculación, que será del 9,75% en el caso del automático.

 

SENCILLO, FUNCIONAL Y EQUIPADO

El habitáculo del Suzuki Jimny ofrece un espacio interior ajustado y, aunque está homologado para cuatro adultos, las plazas posteriores no recomendables para afrontar largos viajes o acoger a personas con las piernas muy largas, por la baja altura de la banqueta y el escaso espacio delante de las rodillas. No obstante, se trata de un coche muy versátil y polivalente: los asientos delanteros -que pueden ser calefactados- se tumban hacia atrás, lo que permite que dos adultos puedan incluso dormir completamente tumbados, mientras que los posteriores se pueden abatir para ofrecer una superficie de carga completamente plana y resistente.

 

 

La apertura del portón del maletero es lateral y la boca de carga es más grande y cuadrada que en su predecesor. El maletero ofrece sólo 85 litros de capacidad, pero se puede ampliar hasta de 377 al abatir los asientos -53 más que antes-. Tanto en los laterales de las plazas traseras como en el suelo del maletero hay agujeros para enganches y argollas que permiten sujetar la carga y, además, con el nivel de acabado superior cuenta con un doble fondo y toma de corriente de 12 voltios.

El salpicadero, la consola central y los guarnecidos de las puertas son de plástico duro, pero de buenos ajustes y aspecto robusto. Su diseño es sencillo pero funcional, y tanto los mandos del aire acondicionado como la pantalla táctil son fáciles de manipular incluso con guantes. El Jimny está disponible con tres niveles de equipamiento -JX, JLX y Mode 3- y cuenta de serie con volante multifunción, aire acondicionado, control de crucero con detección de fatiga, alerta de cambio de carril, reconocimiento de señales, asistente de luces de largo alcance y frenada automática de emergencia. Adicionalmente, puede contar asientos calefactados, pantalla táctil de siete pulgadas con navegador integrado y compatible con Android Auto y Apple CarPlay. Sorprendentemente, tanto el ajuste de los retrovisores como los elevalunas son manuales en el nivel de acabado inferior, y eléctricos a partir del acabado JLX. Con el acabado Mode 3 incorpora además faros de leds con regulación de altura, volante de cuero y llantas de aleación -las ruedas son siempre de 195/80 R15-.

 

PRACTICO, CAPAZ Y MUY DIVERTIDO

Fuera de asfalto, el nuevo Suzuki Jimny es un coche tan versátil como divertido de conducir. Su motor tiene fuerza suficiente para superar cualquier obstáculo y, con la tracción 4x4, es capaz de avanzar sobre cualquier superficie sin demasiados problemas. Dado su poco peso y la disponibilidad de la reductora puede trepar por pendientes pronunciadas, y el sistema de ayuda en pendiente permite realizar con sosiego el juego de pies para no desgastar en exceso el embrague si se equipa el cambio manual.

 

 

En carretera, el tacto de la dirección no es especialmente rápida pero, a velocidad legal y si se conduce con calma, resulta sencillo mantener la trazada. Nos ha sorprendido positivamente la insonorización del habitáculo, que filtra muy bien el ruido de rodadura y aerodinámico a pesar de su diseño frontal. Por contra, su motor atmosférico requiere estirar las marchas para ganar velocidad con rapidez, y resulta bastante notorio a partir de 100 kilómetros/hora. La palanca del cambio ejerce una ligera resistencia al desplazarse de una marcha a otra y, aunque los recorridos son algo largos, es precisa. Bien es cierto que en vías rápidas se echa en falta una sexta marcha, pero suponemos que esto penalizaría los desarrollos en una conducción 'off road'. La suspensión contiene en gran medida el balanceo de la carrocería, pero resulta algo tosca al pasar sobre baches o juntas de dilatación. No hemos podido realizar una prueba de gran exigencia a los frenos pero, en condiciones normales de circulación, nos ha parecido que su actuación es correcta.

Por último, en ciudad, el Jimny se desenvuelve con soltura gracias a su reducido tamaño y la buena visibilidad que aporta su altura y gran superficie acristalada. Es muy notable la impresión que causa entre los peatones por su aspecto desenfadado y, en especial, su llamativo color amarillo Kinetic.

 

TODO VENDIDO SIN DESCUENTOS

El Suzuki Jimny tiene un precio de partida de 17.000 euros con el acabado JX y cambio manual, y es necesario abonar 18.795 euros si se quiere contar con el equipamiento del JLX -1.765 euros más si se desea con cambio automático-. El tope de gama es el Jimny Mode 3 por 20.820, que sólo está disponible con cambio manual. La marca ofrece una garantía de cinco años sea cual sea el acabado y, por el momento, no cuenta con campañas de promoción ni descuentos, pues la demanda supera la capacidad productiva de la fábrica en Japón. En la actualidad ya se han vendido en España más de 400 unidades y el plazo de entrega supera los seis meses.

 

 

Así, podemos concluir que el Suzuki Jimny es un coche muy divertido de conducir por sus capacidades 'off road', al tiempo que interesante por su precio contenido. Sin competencia real en su segmento, está destinado a tomar el testigo de sus predecesores y continuar la leyenda del aventurero inmortal.

2 comentarios
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23 Oct 2018 - 13:54
Comment

Me parece un coche muy muy chulo con gran personalidad.

20 Oct 2018 - 20:07
Comment

Hombre, a mi, que disfruto mucho de la conducción offroad, me atrajo desde que lo vi por primera vez. Me acerqué al concesionario con toda la ilusión de comprar uno y me incluyeron en una lista para informarnos cuando hubiese más información. Hace 1 mes me llamaron, que tenían una unidad en el concesionario que había llegado de muestra. Cuando lo vi, la verdad me decepcionó bastante. Tiene como parte positiva unos ejes bastante rígidos aparentemente, se ve un coche duro, al estilo del Suzuki Samurai, pero luego empiezas a mirarle las entrañas y... tapa de balancines de plástico, en los asientos traseros vas sentado sobre un foame de 3cm que va "agarrado" directamente al chasis, sin contar con que cualquier movimiento que hagas dentro del coche (véase inclinarte a abrir la guantera) hace que este se menee como un flan. Luego se acerca la chica y me dice que el precio de esa unidad que estoy viendo rondaría los 19.000e . Desilusionado, me fui a buscar en paginas web y por poco más de esa cantidad ahora tengo un wrangler sahara del 2015 y 50.000 km, está como nuevo, y no hay comparación posible. Cada uno que saque sus conclusiones.

El Jimny es bonito, pero no deja de ser un juguete, poco práctico si lo sacas de su capacidad offroad, y a un precio muy por encima de lo que para mí debería costar.

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