¿Conducir un Subaru Impreza WRC a diario? Hay quien puede

Uno de esos pocos afortunados es Junya Matsushita, un japonés que usa en su día a día utiliza un Subaru Impreza WRC. A pesar de los inconvenientes que puede tener eso por la propia configuración del coche, Matsushita no renuncia a presumir de un coche que como mínimo compitió en el Rally de Nueva Zelanda de 1998. Bien es cierto que no mantiene las pegatinas de aquella prueba, pero si ciertos elementos que dejan patente que este chasis ha formado parte de una prueba del Mundial.

Respecto a la configuración original con la que compitió en el Mundial tras ser construido en los talleres del preparador británico Prodrive, este Subaru Impreza WRC mantiene sus baquets, volante, jaula de seguridad y casi todos los componentes propios de un vehículo de competición, entre ellos unos enormes frenos de competición y una suspensión de largo recorrido. No hay más que echar un vistazo a su espartano interior y a la configuración de su cambio o de su freno de mano para constatar su origen.

El único cambio respecto al modelo original, con cierta sensatez, está en su tren motriz, ya que el motor de serie no es precisamente muy útil en el día a día. No obstante, este Impreza WRX contaba con un motor bóxer de cuatro cilindros y 2.0 litros de 300 caballos con sistema anti-lag y válvulas de escape de competición. Una opción demasiado radical por su configuración que ha sido sustituida por un motor de uno de los 600 Subaru WRX STI S204 de 320 caballos, pero con una entrega de potencial más dócil.

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