De la muerte a la vida: la restauración de un Porsche 911

Fue un programa de televisión alemán, centrado en antigüedades, el que dio con esos dos coches. Pero uno de ellos, tras consultar con la marca, era especial. Se trataba del chasis 300.057, un Porsche 911 de los años sesenta que resultaba ser uno de los primeros modelos producidos, aun antes de que se le diera el nombre definitivo.

El Museo Porsche, informado del hallazgo, compró ambas unidades, con la mirada puesta en llenar un vacío en su colección: la de los primeros 911 producidos. El hecho de que el modelo 057 nunca hubiera sido restaurado fue crucial, porque aunque el trabajo a realizar sería duro, la marca podía partir casi de cero para reconstruir el vehículo tal y como era en su día.

Como se ve en las fotografías, el estado del 911 era lamentable. Por ello han sido necesarios tres años para restaurar un vehículo que, en otras manos, quizás jamás hubiera vuelto a la vida. Para hacerlo, se han usado piezas originales de otros vehículos que han servido como donantes, pero sólo si respetaban las características del modelo original.

En el plano mecánico, tanto el motor, la transmisión, los componentes eléctricos, así como el interior, fueron restaurados siguiendo los patrones del original. Allí donde era posible, se conservaba la pieza original, y donde no, si era necesario, se fabricaba. Un complejo proceso de restauración que ha dado como resultado que uno de los Porsche 911 más antiguos luzca como recién salido de fábrica.

Por ello, se expone del 14 de diciembre al 8 de abril en una exhibición especial con el nombre “911 (901 Nº 57): Despega una leyenda”. Este modelo en concreto fue fabricado en octubre de 1964, y por entonces se le conocía como el 901. Ahora vuelve al hogar del que salió para lucir orgulloso como el origen del icono que aún hoy asombra a los amantes de los coches.