Los problemas de que tu coche se inunde

La situación puede darse tanto en un garaje, bastante propensos a la entrada de agua en caso de lluvias torrenciales, como en las vías públicas, especialmente en zonas con desnivel en las que el agua tiende a acumularse. Lo primero que debes hacer es no pasar por ellas ni dejar el coche estacionado en lugares abiertos que sepas que suelen inundarse. Pero si te ha sucedido por sorpresa, hay que saber algunas cosas.

Por supuesto, los daños varían según las circunstancias y la gravedad de la inundación. Si ésta apenas llega a mitad de las ruedas, los problemas serán escasos: quizás haya que sustituir el catalizador si el agua ha llegado a esa zona, pero normalmente el coche podrá arrancar. Cabría la posibilidad de que haya entrado agua al motor por la toma de aire, y eso sí es más preocupante, ya que podría doblarse alguna biela si ha llegado a los cilindros. Ante la duda, es mejor que no arranques, pero debes saber que este problema es más grave en un motor diésel, ya que en los gasolina no permite el arranque al fallar el sistema de encendido. Pero podrías verte obligado a tener que cambiar el motor.Si hay presencia de barro, los frenos, rodamientos y transmisión pueden sufrir algunos problemas, e incluso llegar a desequilibrar las ruedas. En cualquier caso, es necesario siempre proceder a una limpieza íntegra de los bajos del motor, ya que el barro seco puede ser un gran problema en caso de secarse y estar en contacto con elementos mecánicos del vehículo.

En el supuesto de que el agua haya alcanzado una altura mayor, aproximadamente dejando cubierta toda la roda hacia arriba, los problemas anteriores se agravan con nuevos. Desde el radiador cegado –el motor se recalentaría, así que hay que limpiar y purgar el radiador- hasta el interior del coche, con la tapicería afectada, lo que nos obligaría a realizar una limpieza total de la misma. También habría que revisar los aislantes del habitáculo, porque podrían haber perdido eficacia. Algo así podría costarnos cerca de 3.000 euros.

Pero empezamos a entrar en la zona de terror de los daños. La carrocería puede tener los desagües taponados, por lo que comenzará a oxidarse –hay que liberarlos-, las conexiones eléctricas estarán severamente dañadas, si bien no en el corto plazo una vez secado, sí a la larga. Por supuesto, en estos casos no hay que poner en marcha el coche, porque el agua ha entrado casi seguro en el mismo. Habrá que ir a un taller, desmontar entero el motor, limpiarlo y secarlo. Y atención también a la caja de cambios, sobre todo en modelos más antiguos, porque también habrá que desmontarla y secarla. El coste de todo ello puede ser bastante alto, por lo que quizás sea más económico dar por perdido el coche.

Obviamente, si el coche ha quedado totalmente inundado, vete despidiendo del mismo. Sí, podría intentar salvarse, pero eso pasa por un desmontaje íntegro del coche, limpieza, secado y sustituir todas las piezas dañadas, que serán la mayoría. Salvo que se trate de un coche muy especial, y tengas particular interés en conservarlo, es una locura cuyo coste excederá el precio de uno nuevo. Sencillamente, no vale la pena.

Otra cuestión es si un seguro se hará cargo de los daños. Los fenómenos meteorológicos no están cubiertos por casi ningún seguro, así que puedes ir olvidando esa posibilidad. Pero hay algunas excepciones. Así, el Consorcio de Seguros sí que suele cubrir estos supuestos, pero para ello tendrás que tener en vigor tu seguro –si no tienes, no van a cubrirlo-. Si el suceso ha sido en un garaje, las posibilidades aumentan, ya que podrías reclamar al seguro de la finca, pero vuelve a ser imprescindible tener seguro en vigor. Eso sí, difícilmente recuperaremos algo más que el seguro venal del coche. Si la inundación ha sido por un problema en la red de saneamiento municipal, cabe la posibilidad de reclamar al municipio también.

Para reclamar a los seguros, el proceso es el mismo que en caso de accidente. Tienes un plazo de dos años para presentar tu reclamación, que tu seguro derivará al Consorcio –son rarísimas las pólizas que cubren estas situaciones– y a partir de ahí esperar. Si ha habido daños personales, el plazo para estos aumenta a cinco años. Pero seamos sinceros: si tu coche se ha inundado con gravedad, vas a tener que pensar en adquirir uno nuevo.