El primer Toyota con baterías de estado sólido llegará en 2025

Las baterías de estado sólido supondrán un gran avance en términos de velocidad de carga y autonomía. Por ello se supone que serán uno de los pasos definitivos de cara a la definitiva implantación del coche eléctrico. Toyota es uno de los fabricantes que actualmente las desarrolla, y ha fijado el año 2025 como tope para lanzar su primer vehículo de producción con unas baterías así. Será, eso sí, híbrido.

La razón de esta elección tiene su lógica. Desde Toyota consideran que, actualmente, el precio del coche totalmente eléctrico es ya de por sí demasiado elevado, algo que sería más notable aún con una batería de este tipo. Por ello, y a la espera de que bajen los costes, primero introducirán esta nueva tecnología en un híbrido, ya que la batería es de menor tamaño y, por tanto, la escalada de coste no tan agresiva para el cliente.

El año 2025 lo ha fijado como objetivo Gill Pratt, director del Instituto de Investigación de Toyota, que durante el CES 2022 ha recalcado que el primer modelo de producción de la marca japonesa dotado de una batería de estado sólido llegará antes de que se cumpla la mitad de la década.

Otra de las razones por las que el primer Toyota con baterías de estado sólido será un híbrido es porque los ingenieros japoneses podrán utilizar este tipo de motor como banco de pruebas para lo que venga después con el coche eléctrico. Además, los períodos de carga y descarga de la batería de un híbrido son algo mucho más rápido, constante y agresivo, con lo que las pruebas a realizar con motores así serán de gran ayuda cuando toque extrapolar lo aprendido a un BEV.

Las baterías de estado sólido también serán importantes para los coches más prestacionales, que en el caso de los nipones va a afectar fundamentalmente a Lexus. Actualmente los deportivos de gran potencia gastan su autonomía mucho más rápido de lo aconsejable cuando se da rienda suelta a su rendimiento. No obstante, para los vehículos deportivos de verdad, además de esto hay que solucionar también el peso extra que provoca la electrificación, aunque eso será otro cantar.