Prado Moya Racing vuelve al Dakar de la mano de Sodicars

No se asusten si no los encuentran con esos nombres cuando salga la lista de inscritos del Dakar; lo harán como Santiago Prado y Álvaro Rodríguez. Álvaro, para los más ‘despistados’, es hijo del mítico Luis Rodríguez Moya, quien acompañó a Carlos Sainz durante buena parte de su carrera deportiva en el Mundial de Rallies.

Cabe recordar que Prado y Moya ya corrieron la pasada edición del Dakar –ambos eran debutantes–, la segunda que se celebraba en Arabia Saudí. Allí estuvieron con un SSV de la categoría T4, el cual les dio más de un dolor de cabeza en forma de averías.

En esta ocasión irán con la ilusión renovada, en una aventura muy diferente. Del SSV pasarán a una Springbok de Sodicars Racing, un vehículo con chasis tubular y motor Chevrolet V8 de 6.2 litros que entrega 340 caballos de potencia para un peso total de 1.820 kilos.

Esta semana han podido probar su nueva montura en la Masía Pelarda –uno de los lugares favoritos de los protagonistas de los rally-raids para hacer test– y la semana que viene pondrán rumbo hacia Marruecos para entrar de lleno en las dunas.

El propio Álvaro Moya ha atendido a esta cabecera cuando apenas faltan menos de dos meses para la nueva aventura. El objetivo no podía ser otro que acabar el rally más duro del mundo, ya que en la pasada edición se quedaron con esa ‘espinita’.

"El cambio que hemos hecho de pasar del SSV a coche, es básicamente por el objetivo claro de querer acabar el Dakar. No buscamos resultados, sino poder llegar a final de meta y acabar todas las etapas", ha comentado Álvaro para SoyMotor.com.

"El año pasado, con el SSV, fue más duro. Tuvimos muchos problemas, no acertamos con el buggy que llevábamos. Dándole muchas vueltas, creemos que la opción más segura es ir con Sodicars y esperemos que vaya genial", ha agregado.