Porsche, arte y velocidad en 20 carteles de Le Mans

Las victorias en la Targa Florio, en los 1.000 kilómetros de Nürburgring o de Spa, en Sebring, y por supuesto, en su coto mayor de caza deportiva, como son las 24 Horas de Le Mans. Y por eso, la marca nos recuerda con esta recopilación de 20 carteles los momentos más importantes de su participación en la prueba de resistencia por excelencia.

Porsche lleva 66 años compitiendo en Le Mans. Todo comenzó en 1951, cuando lograron la victoria en su categoría de 1.100 y luego de 1.500 centímetros cúbicos. Desde ahí, fueron cuatro años seguidos, hasta 1954, que un Porsche venció en la categoría en la que participaba, aunque no en la general. Por eso, ese año decidieron publicar un cartel con un lema claro: “Porsche desde 1950, cada año victoriosa en meta”, porque incluía sus victorias en el Rally de Suecia. El Porsche 550 Spyder inmortalizado en la primera curva de La Sarthe.

No sería hasta 1970 que la marca de Stuttgart logró la victoria general, en lucha con Ferrari. El Porsche 917K del Team Salzburg, pilotado por Richard Attwood y Hans Hermann hizo historia en una carrera de condiciones climáticas duras. Era sólo la primera piedra de las actuales 18 victorias de la marca en Le Mans, pero ese mismo año también venció en la categoría GT con el 914/6 pilotado por la legendaria tripleta de Chasseuil, Ballot, y Lena.

Si alguien pensó que 1970 fue una casualidad, en 1971 el 917K dejó claro que era el auténtico dominador de la resistencia, pese a la férrea oposición del Ferrari 512, en unos años que forjaron una rivalidad hoy legendaria –y que debería renacer por el bien del automovilismo–. Ese año, Porsche volvió a ganar, pero marcando récords. La pareja Helmut Marko-Gijs Van Lennep lograron el record de distancia con 5.335’13 kilómetros, que se mantuvo durante 40 años.

Desde ese punto, la leyenda se había iniciado. Pero vencer en Le Mans nunca es fácil. La desaparición del 917 supuso para Porsche que hasta 1976 y 1977 no volvieron a lo más alto del podio francés, en este caso con el 936. ‘Nuestra victoria es tu beneficio’, decía el cartel. Más directo, imposible. El dominio fue tal, que en 1976 pudieron parar a reparar el escape durante 35 minutos y seguir líderes. En 1979 y 1981, más victorias. Hasta que llegó el 956 del Grupo C.

Era 1982, y había nacido otro coche que bebía de las maneras autocráticas del 917. De estética preciosa, y rendimiento espectacular, fuera el 956 o su evolución 962C a partir de 1986. Fue el amo y señor, venciese o no, de la resistencia. Y ganó en 1982, en 1983 –copando nueve de los diez primeros puestos–, 1984, 1985, 1986 y 1987. ¿Audi qué?. En una época con una competencia absolutamente feroz, los de Stuttgart dominaron siete años seguidos. Incluso la leyenda del 962 se estiró un poco más, hasta un impensable 1994.

Luego vino el cambio normativo, pero con la LMPGT, Porsche también venció, tres años seguidos, primero con el TWR Porsche WSC-95 en 1996 y 1998, luego con el 911 GT1-98 en 1998. Y entonces, el silencio. Porsche dejó Le Mans. Hasta que la llamada de la competición le hizo volver a recuperar su trono. Y, cómo no, lo ha hecho a lo grande.

Con el 919 Hybrid, demostrando que cualquier tecnología puede ser domada por Porsche, ha vencido en 2015 y en un apretado 2016. Ahora, llega 2017, en un mano a mano con una Toyota que se muestra fuerte, y que quiere lograr su anhelada primera victoria.

Y tras una loca carrera este pasado fin de semana, Porsche logró la decimonovena victoria de su historia. Y cómo no, no podía faltar el cartel, que se suma a la preciosa colección de victorias.

Pero mira los carteles. Arte. Velocidad. Pero sobre todas las cosas, un testimonio de dominio implacable en el asfalto del Circuit de la Sarthe. Le Mans es territorio Porsche. 

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