'La potencia sin control no sirve de nada': 25 años del famoso eslogan de Pirelli

La imagen usada para el lanzamiento de la campaña era de una potencia descomunal. El campeón olímpico de los 100 metros lisos, Carl Lewis, con zapatos de tacón de aguja, en posición de arrancar una de sus míticas carreras. Sí, la potencia sin control no serviría para nada, y así lo supo captar en 1994 la fotógrafa Annie Leibowitz, llamando al espectador a reflexionar sobre los dos conceptos: potencia y control, que específicamente en los coches es de gran importancia, y en cuyo equilibrio los neumáticos juegan un papel fundamental. Pirelli había dado en el clavo.

El eslogan se usó durante varios años, al principio todavía asociado a Carl Lewis con un inolvidable vídeo de una carrera en plena Nueva York con efectos especiales en la que se desvelaba que la planta del pie del atleta tenía el dibujo de los neumáticos P6000. En 1997 fue la mujer más rápida del mundo, la francesa Marie-José Pérec, la que tomó el relevo, en esta ocasión mientras salía indemne de un escenario de hielo y lava. Finalmente, en 1998 se usó la imagen de Ronaldo Nazario da Lima, recién fichado por el Inter de Milán –patrocinado por Pirelli– como si fuera el Cristo Redentor de Río de Janeiro, en la pose en la que celebraba sus goles.

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Han pasado 25 años desde su lanzamiento, pero Pirelli recupera ahora toda la fuerza de aquél mensaje en su Memoria Anual de 2018, y lo hace, además de con un vídeo, con un ejercicio literario en el que han participado tres autores: Adam Greenfield, Lisa Halliday y J.R. Moehringer. Cada uno interpreta lo que significan las palabras clave, potencia y control, en esferas como la tecnología, el deporte y la cultura. Así, para Adam Greenfield, que se centra en la tecnología, "la distinción entre potencia y control es uno de los desafíos más importantes de nuestro tiempo. Las tecnologías actuales nos ofrecen cada vez más potencia –entendida como poder, o posibilidades–, pero la realidad es que todavía no hemos aprendido el modo de controlarlas". 

Por su parte, J.R. Moehringer, centrado en el deporte, escribe que "todos cometemos el error, antes y ahora, cuando pensamos en los grandes atletas, actores, pintores, doctores, emprendedores, etc. Los creemos dotados de una potencia, de un poder especial. Pero todos tenemos uno. Los que triunfan son aquellos que encuentran formas de lograr un control duradero y consistente sobre su propia potencia". Finalmente, sobre el arte y la cultura, Lisa Halliday reflexiona que "el arte es un viaje, una distancia recorrida por la consciencia. Esta frase vale tanto para el artista como para el espectador, para el actor y su audiencia, el escritor y el lector. La potencia que impulsa ese camino no es nada sin el control, porque el control doma y dirige el potencial artístico".