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Pininfarina, el modisto de los grandes Ferrari

Enzo 'Pinin' Farina y Enzo Ferrari

17 Abr 2024 - 08:10

Con la desaparición de Paolo Pininfarina hace uso días, se cierra un capítulo en la mítica firma de diseño de automóviles y carrocerías, quizás la desaparición de la familia del staff de la firma de diseño que ahora también es marca de coches hypercar exclusivos, con el Pininfarina Battista.

Pero la historia de Pininfarina no se concibe sin Ferrari. La asociación entre Battista y Enzo nació en 1951. Ferrari acababa prácticamente de nacer y Enzo estaba persuadido de que necesitaba un diseñador ‘estable’ para sus coches de Gran Turismo, en lugar de ir trabajando ahora con uno, ahora con otro.

¿Cómo Ferrari eligió a Pinin Farina? Puede ser porque había sido el diseñador del Cisitalia 202 GT. Cisitalia habían nacido para competir con Ferrari y aquel 202 GT, con carrocería de aluminio, parecía excelente. Un coche espectacular, uno de los ocho elegidos por el MOMA en 1951 para ser expuesto como obra de arte.

Pero es probable que ambos se conocieran de mucho antes. Entre 1931 y 1937. Cuando Ferrari todavía se ocupaba de los Alfa Romeo de competición, Farina carrozó algunos Alfa Romeo 6C y 8C, entre ellos el 6C Pescara Coupé Aerodinámico.

En 1950, Cisitalia había hecho suspensión de pagos y Enzo vio la oportunidad. Pinin Farina no sólo había diseñado las carrocerías del Cisitalia, sino que también las fabricaba.

Enzo y Battista, dos fuertes personalidades. Sabían que debían entenderse, pero ninguno quería ir al despacho del otro… así que pactaron una comida en un restaurante de Tortona, pequeña población a mitad de camino entre Turín y Módena. En el viaje de regreso a Turín, Pinin confío a su hijo Sergio la buena nueva: “Desde ahora nos ocuparemos de Ferrari de la A a la Z: Diseño, ingeniería, tecnología construcción, ¡todo!” Sergio Pininfarina pensó que este podría haber sido el día más feliz en la vida de su padre.

La relación fue tan estrecha que Pininfarina fue accionista de Ferrari y se sentó en el Consejo de Administración. Y durante 61 años, todos los Ferrari ‘de calle’ fueron diseñados por Pininfarina.

Una prolífica relación que se plasma en medio centenar modelos fabricados comercializados, además de algunos concepts y algunos versiones ‘one-off’ hechas por encargo.

La relación se rompió en 2014. Pininfarina estaba en muchas dificultades, la quiebra acechaba, aunque ya había ido a menos. Aunque seguía diseñando los coches ‘comerciales’ de Ferrari, el 465 GT, producido entre 1992 y 1996, fue el último con la carrocería fabricada por Pininfarina. Y los Ferrari presentados a partir de 2009 fueron hechos en colaboración con el Centro Stile Ferrari, recién creado. Entre los coches ‘de serie’ sólo ha habido una excepción, el Dino 308 GT4 de 1973.

Quizás por eso, en 2015 se presentó un concept muy especial, el Ferrari Sergio, claro homenaje a Sergio Pininfarina. Era una suerte de homenaje y despedida. No hubo divorcio oficial, pero ambos siguieron sus caminos por separado.

El Sergio es a la vez una certificación de las razones por las cuales Enzo Ferrari eligió a Battista ‘Pinin’ Farina: "La línea de sus carrocerías es simple, nítida, esencial. A veces, frente a uno de sus coches, uno se pregunta: ¿pero que tiene de especial? Nada. En realidad, sus líneas permanecen siempre jóvenes en el tiempo, no siguen el influjo de la moda, mantendrán su personalidad. Era esa personalidad que buscaba para mis coches. Siempre admiré a Pinin".

¿Con cuál te quedarías? ¡Elección imposible! Pero puestos a elegir me decantaría por el Ferrari P4/P5, un coche hecho por encargo de Jack Glickenhaus y al que Piero Ferrari concedió el privilegio de llamarse Ferrari, homenaje al mítico P4.

El coupé Daytona, por supuesto. La esencia de los Ferrari deportivos de motor V12 delantero, cuyo legado todavía encontramos en los auténticos GT de Ferrari.

El 288 GTO, que en cierta forma fue el padre de los ancestros de los actuales hypercar, como concepto, comercializados en serie limitada. Y el F40, el coche que inicio de verdad el mito superar/hypercar; el F40 por delante del F50 o el Enzo, no tengo duda.

Me gustaría el 250 LM Stradale, versión ‘civilizada’ del coche ganador en Le Mans, que no llegó a producirse –aunque parece que Pininfarina hizo dos ejemplares–, quizás porque las victorias de los 250 LM y 275 LM en Le Mans se corresponden a mis primeros recuerdos de Le Mans. Y el Sergio, claro, un diseño extremadamente pulido.

En realidad, me gustaría uno de cada… aunque fuera a escala 1/43.

LOS FERRARI DE PININFARINA