¿Perjudica el nuevo protocolo anticontaminación de Madrid a los eléctricos?

El argumento que utiliza esta organización se basa en la limitación de velocidad prevista incluso desde el primero de los escenarios pensados para controlar la contaminación en la capital. La M-30, la vía de circunvalación que rodea la zona centro, limita durante estos días su velocidad a 70 kilómetros/hora, cuando normalmente el tope de las zonas que no están bajo tierra es de 90. Según Dvuelta, no diferenciar en este sentido a los vehículos eléctricos de los de combustión va en contra de los primeros, ya que ellos no emiten nada de CO2 ni a una velocidad ni a la otra.

Una de las razones que se atreven a dar desde esta empresa para justificar que las autoridades actúen de esta forma es que puede existir un claro afán recaudatorio con esta limitación de velocidad, de tal manera que los excesos de contaminación que se viven en Madrid sirvan como excusa para poner más multas. Recordemos que esta limitación de velocidad a 70 kilómetros/hora también afecta a las vías que conectan con la M-30 y que estén dentro del cinturón que forma la M-40, cuyo límite habitual también es mayor.

Otro de los puntos de fricción que encuentra Dvuelta es el de obligar a los conductores a lucir la etiqueta medioambiental, algo que sucederá durante los próximos meses. Según ellos, se trata de una discriminación hacia aquellos propietarios de un vehículo que carecen de medios económicos suficientes para adquirir un vehículo considerado ecológico.

Sea como sea el nuevo protocolo anticontaminación de Madrid ya ha entrado en vigor, aunque todavía no se ha estrenado. Seguramente no tarde en hacerlo con la llegada del frío, y es que históricamente ha sido en otoño, invierno y primavera donde más veces ha sido necesario activar el hasta ahora vigente. Curiosamente cuando, por ejemplo, las calefacciones de todas nuestras viviendas funcionan a pleno rendimiento. Quizás no todo sea culpa del ahora demonizado vehículo con motor de combustión.