¿Peajes por entrar y salir de las grandes ciudades?

La congestión del tráfico y los niveles de contaminación son uno de los principales focos de lucha de los Gobiernos en los últimos tiempos. Se han puesto en marcha diferentes soluciones y se pondrán muchas más para reducir las emisiones todo lo posible en las grandes ciudades, donde el problema es mucho mayor.

Seopan, la patronal de grandes constructoras y concesionarias, ha propuesto otra solución encaminada al mismo fin: reducir la congestión del tráfico y los niveles de polución de grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Se ha presentado este lunes y aboga por establecer un sistema de peajes ‘inteligente’ para el acceso y salida de las grandes ciudades que ayude a reducir la congestión del tráfico y la contaminación. Además aportaría a las administraciones unos fondos que servirían para invertir en infraestructuras.

Esos peajes inteligentes consisten en el cobro variable de forma electrónica de una cantidad de dinero según el tráfico en tiempo real. Se establecerían carriles rápidos en los cuales se aseguraría una velocidad media determinada y así liberar de vehículos los carriles gratuitos. Cuanto más tráfico más caro el peaje, y se pagaría mediante una pegatina que se colocaría en el vehículo sin necesidad de parar cuando se ingrese en una vía de pago. Se trata de una medida que se ha ensayado con éxito por Ferrovial en las autopistas de Dallas, una ciudad con un tráfico muy congestionado.

La propuesta surge tras un informe realizado por la consultora A.T. Kearney para Seopan. En el estudio se estima que implantar estos peajes reduciría la congestión del tráfico de las grandes ciudades entre un 30 y un 50%. Al mismo tiempo se evitarían 150 horas de atascos por cada conductor mientras se reducen las emisiones de dióxido de carbono en un 15%. También abogan por extender los peajes a toda la red de viaria de gran capacidad, es decir, autopistas y autovías, con concesiones a 25 años, algo que aportaría al Estado entre 60.000 y 100.000 millones de euros según las tarifas aplicadas.

En España sólo el 18% de las autovías y autopistas es de pago, por lo que el estudio ve complicado que en la situación actual donde se busca reducir el déficit el Estado pueda hacer frente a la inversión necesaria para construir y mantener carreteras sólo con fondos públicos. Es ésta una posición totalmente en contra de la línea que ha adoptado el actual Ministerio de Fomento, que ha anunciado que se liberarán de peajes las concesiones que vencen entre 2018 y 2021.

A.T. Kearney traza tres escenarios en su estudio. El primero se basa en tarifas de un céntimo por kilómetro para vehículos ligeros y cinco céntimos por kilómetro para vehículos pesados. Con estas tarifas se aportarían cerca de 1.424 millones de euros, unos recursos necesarios para resolver el déficit de inversión en la vía de pago al mismo tiempo que se garantiza la autosuficiencia de los fondos para sostener el mantenimiento de la propia vía, que se cifra en 40.000 millones en 25 años.

El segundo escenario aumenta las tarifas hasta los cuatro y 14 céntimos por kilómetros, según sean vehículos ligeros o vehículos pesados respectivamente. La recaudación sube hasta los 5.200 millones de euros y serviría para resolver el déficit de conservación y mantenimiento de la red no tarificada, es decir, gratuita. Además el estudio también afirma que proporciona un pago por adelantado del sector privado al Estado cifrado en 18.000 millones de euros.

Para finalizar el informe presentado por Seopan declara que implantar peajes en toda la red viaria de gran capacidad reportaría al Estado un beneficio fiscal de entre 17.000 y 49.000 millones de euros en el plazo de 25 años.

"España debe potenciar la inversión privada y la financiación de las infraestructuras viarias por parte del usuario para mejorar la movilidad, aumentar la calidad de vida de los ciudadanos españoles y contribuir a la equidad social entre regiones, al tiempo que se garantiza la sostenibilidad del sistema", ha explicado el presidente de Infraestructuras de A.T. Kearney, Eugenio Prieto.