Nombres de toda la vida: del Ford Capri de los años 70 a un nuevo SUV eléctrico

Los conductores más veteranos recordarán al Ford Capri, un coupé que nació para ser el Ford Mustang europeo. Se caracterizaba por su largo capó, su portón posterior y también porque ofrecía cuatro plazas pese a ser un coupé.

Tuvo una vida larga, entre 1969 y 1986, y también bastante éxito en las ventas ya que se fabricaron prácticamente dos millones de unidades. Pocos coches han tenido tantos motores diferentes, tanto de cilindrada –desde 1.3 a 5.0 litros– como por configuración: 4 en línea, V4, V6 y V8... e incluso turbo; no sólo eso, salvo el V8, los demás motores tuvieron versiones muy diferentes, incluso de distintas generaciones.

Era un coche pequeño según los cánones actuales, por más en que su día era bastante imponente: inicialmente, 4.28 metros aunque en su última generación ya había crecido hasta los 4.38 metros. También era ligero, los primeros pesaban menos de 1.000 kilos y las versiones más potentes de la última generación apenas pasaban de 1.250.

También se vendió en Estados Unidos, aunque allí siguió su propio camino y se diferenció del europeo y se vendió tanto como Ford Capri o Mercury Capri. En Australia, este nombre se usó para un deportivo descapotable a finales de los 80. En Sudáfrica, se llegaron a hacer 500 unidades con motor V8.

Pero el Ford Capri europeo no fue el primer Ford que uso el nombre de la paradisíaca isla italiana. Originalmente, este nombre sirvió para distinguir la versión coupé del Ford Consul, que se conoció como Consul Capri.

Ford Capri

El nuevo Ford Capri no tiene nada que ver con aquel. Estamos hablando de un nuevo SUV coupé completamente eléctrico.

En la actualidad tenemos otros ejemplos. Está el Ford Puma, un SUV pequeño de 4 puertas que originariamente fue un coupé biplaza, oficialmente 2+2 de pequeño tamaño, muy ligero, con motores de 1.4 y 1.7 litros, comercializado entre 1996 y 2002

Luego está el Ford Maverick, un sedán americano de 2 y 4 puertas, la primera de las cuales tenía una imagen como de un coupé situado por debajo del Mustang y que se popularizó en alguna película.

El nombre Maverick lo usó Ford contemporáneamente, años después, en dos coches distintos… que no eran suyos, sino de Nissan: el Nissan Terrano, fabricado en Barcelona y que nada tenía que ver con el Terrano fabricado en Japón, se convirtió en Ford Maverick y fue vendido en Europa también por Ford. Pero en Australia, el Ford Maverick no fue otro que la versión del Nissan Patrol que los japoneses fabricaron también para Ford.

El Maverick se ofrecía en México y Argentina, pero difería notablemente del Maverick americano, por motores –en México fue el coche más rápido del momento con motor V8–. En la actualidad se comercializa un pick up Ford con este nombre, que partió de la plataforma común con el Kuga.

Ford nombró Fusion a una versión ‘familiar’ del Ford Fiesta que se fabricó entre 2002 y 2012, mientras que en Estados Unidos el Fusion era un sedán entre el Focus y el Taurus, fabricado a partir de 2006 y hasta 2020.

Y hay curiosas coincidencias, el Ford Taunus alemán tuvo luego un hermano llamado Ford Taurus en Estados Unidos. Y en su día hubo un Ford Galaxie en el mercado estadounidense que poco tenía que ver con el Ford Galaxy que más tarde se vendió en Europa. Por no hablar de otros casos, como Volkswagen Sharan y el Seat Alhambra, ambos gemelos.

Ford Maverick 72

Ford Maverick 2023