¿Sabías que Mercedes-Benz ya presentó un coche eléctrico en 1990?

Los coches eléctricos son actualmente el centro de atención de la actualidad automovilística. No hace tanto no era así, pero eso no impedía que los diferentes fabricantes investigasen al respecto. Es el caso de Mercedes-Benz, que mostró al público un vehículo dotado de esta tecnología ya en 1990, concretamente durante la Feria de Hannover.

El Mercedes-Benz 190 eléctrico nació con el fin de evaluar la idoneidad funcional de todos los componentes en situaciones reales con todas las vibraciones, aceleraciones y fluctuaciones de temperatura experimentadas en el funcionamiento diario. Se probaron en este vehículo diferentes configuraciones y sistemas de baterías. En concreto, se probaron unas de cloruro de sodio-níquel y de sodio-azufre que tenían una densidad energética mucho mayor que las baterías de plomo clásicas. La temperatura de trabajo de ambos sistemas fue de alrededor de 300 grados centígrados.

Mercedes-Benz no abandonó el proyecto, sino que trabajó para desarrollarlo hasta que en el Salón de Ginebra de 1991 se presentó un evolución del mismo. Entonces el Mercedes-Benz 190 contaba en cada rueda trasera un motor eléctrico de 22 caballos, con lo que la potencia final del conjunto era de 44. La energía se suministraba por una batería de cloruro de sodio y níquel, que recuperaba carga gracias a un sistema de frenado regenerativo. La eliminación de componentes mecánicos pesados hizo que este coche eléctrico fuese tan sólo 200 kilos más pesado que el modelo de serie, dotado obivamente de un motor de combustión.

El creciente interés por el coche eléctrico hizo que se habilitase en 1992 una zona de pruebas en la isla de Rügen que estuvo vigente hasta 1996. El gobierno alemán financió el proyecto con 60 millones de marcos. El objetivo era probar vehículos eléctricos y sistemas de energía, algo para lo que se utilizaron hasta 60 vehículos de diferentes fabricantes.

Se utilizaron distintas unidades del Mercedes-Benz 190 en aquella isla. Entre los participantes de las pruebas había incluso taxistas, los cuales, por cierto, apenas reportaron problemas. Uno de los vehículos llegó a recorrer 100.000 kilómetros en un año. La firma de la estrella llegó a aplicar el concepto de propulsión eléctrica a otros turismos, y desde luego que la información y experiencia obtenidas han servido de mucho para que los alemanes lleguen preparados al mayor cambio que ha conocido la industria de la automoción.