Los coches recopilan excesiva información y su política de privacidad es de las peores

Bien es sabido que el teléfono móvil es arma de rastreo y de recopilación de información del usuario muy efectiva. Pero resulta que ahora la Fundación Mozilla ha hecho público un informe en el que detalla la manera incorrecta que muchos fabricantes de coches tienen a la hora tratan nuestros datos personales.

Según el estudio, las marcas recopilan más información de la que necesitan para prestar los distintos servicios de coche conectado y los comparten y venden a terceros sin que el usuario sea conocedor de estas prácticas.

Mozilla trabajó con un total de 25 marcas distintas de automóviles, en las que los investigadores indagaron acerca de la política de privacidad y la ciberseguridad disponibles.

Todas ellas obtuvieron la advertencia de que están tratando incorrectamente los datos de los consumidores. Los análisis concluyen que se accede a información como la geolocalización, la velocidad o las canciones que se escuchan en el vehículo, así como a otras menos evidentes como la actividad sexual, como Kia o Nissan, o la genética.

Esta última información la leyeron en la política de privacidad de seis de las 25 marcas que fueron objeto del estudio.

De todas estas, el 84% comparte los datos recogidos con otras empresas, mientras que un 50% lo hace con los distintos gobiernos y autoridades, sin necesidad de una orden judicial.

Renault y Dacia son las únicas marcas que hacen referencia al derecho de los conductores a solicitar la eliminación de todos los datos personales recogidos por la marca a través del coche. Otros, la gran mayoría, entienden que si una persona accede al vehículo, ya se considera la lectura y aceptación de sus políticas de privacidad.

Y conectar el teléfono al sistema multimedia del automóvil es motivo suficiente para muchas marcas para poder recopilar toda la información que estimen necesaria del mismo.

Toyota es la empresa que más trabajada tiene la parte sobre los acuerdos de privacidad, y aún así no cumple con el mínimo necesario de ciberseguridad que Mozilla entiende que debe prevalecer.

De hecho, el 68% de las marcas presentes en el estudio han sido hackeadas en los últimos tres años y se han filtrado datos de sus clientes.