Loeb ganó la etapa tras un susto eléctrico antes de comenzarla

“A este ritmo, necesitaríamos seis meses para alcanzar a Nasser”, ha dicho Loeb al finalizar la jornada, en la que hubo cierta polémica inicial. Loeb inició la especial con 13 minutos de retraso, lo que equivale a 2’10” de penalización. 

Pero, por el contrario, ello podría representar una ventaja importante: se encontraba las roderas de una docena de coches delante, podía seguirlas para ir más rápido; no sólo marcan el itinerario, sino que dan una idea sobre las dificultades que van encontrando.

Loeb, sin embargo, dio una versión muy distinta al finalizar la etapa. “Nos hemos parado en el enlace antes de la salida de la especial y en el momento de reanudar la marcha no había manera de arrancar el coche. No teníamos presión de gasolina, hemos comprobado todas las conexiones, llamado al ingeniero y parece que se aflojó un conector detrás de la bomba de combustible, coincidiendo posiblemente con el momento en que la FIA ha hecho sus registros. Lo hemos verificado todo, reseteado y reanudado la carrera. Al final hemos llegado diez minutos tarde a la salida”, ha explicado.

“Esta mañana nos hemos llevado un buen susto. Por unos instantes hemos pensado que volvíamos a las andadas del inicio de la semana. Nos han penalizado con varios minutos, pero tampoco es nada grave. Pese a ello todo, ha sido un buen día y me siento feliz por haber terminado la etapa”, ha añadido.

Loeb señaló que la etapa había ido bien, pero habían perdido unos seis u ocho minutos buscando un ‘waypoint’. “En términos generales, ha sido una especial muy rápida que no se prestaba a abrir huecos, aunque ha habido uno o dos puntos donde las rodadas de las motos en busca de los WP no eran buenas. Hemos empleado siete u ocho minutos en busca del camino correcto”, ha comentado para cerrar.