Ésta es la mítica historia del único Lamborghini Miura Roadster

Oficialmente llamado Miura P400 Roadster, este ejemplar hizo su debut en el Salón del Automóvil de Bruselas en 1968, dos primaveras después de que el primer coupé saliese de la fábrica de Sant’Agata Bolognese. Este coche no era un 'simple' Miura con el techo cortado. El Roadster presentaba un cuerpo rediseñado por el mismísimo Giovanni Bertone, pocos años antes de fallecer. Así, con una elegante forma, presentaba un parabrisas más inclinado, una línea del techo muy baja, grandes tomas de aire laterales y un motor V12 de 370 caballos que ahora lucía como un trofeo.

Como no podía ser de otra forma, el Miura Roadster fue extraordinariamente bien recibido por los aficionados al motor de todo el planeta, pero Lamborghini rechazó todas las solicitudes que abogaban por una versión de producción. Sin embargo, la International Lead Zinc Research Organization, que estaba buscando un automóvil llamativo para exhibir algunos de los componentes que producía, se interesó por la compra de este 'one-off' con el propósito de que éste le sirviese de escaparate, a lo que la marca, aunque reacia, terminó cediendo ante una jugosa oferta.

La ILZRO desmanteló el automóvil y reemplazó muchas de sus piezas originales por otras fabricadas a base de zinc. Reensamblado y decorado con un nuevo color verde, el Lamborghini Miura Roadster recorrió los mejores 'motor-shows' durante un par de años antes de ser subastado. En 1980, el automóvil fue donado al Museo de Transporte de Brookline. Después de un largo período de exhibición, cambió de manos unas cuantas veces, hasta que finalmente llegó al garaje de Adam Gordon, quien se preocupó de restaurar sus especificaciones originales, lo que le costó cerca de 300.000 euros.

Más recientemente, en 2008, Gordon lo llevó al prestigioso concurso de elegancia de Pebble Beach, donde el flamante descapotable obtuvo el segundo premio. Poco después de reaparecer en las portadas de las revistas de automóviles clásicos más importantes, el histórico superdeportivo se vendió por una cantidad de dinero próxima a los 9 millones de euros y, desde entonces, se ha mantenido en manos privadas –y desconocidas– hasta nuestros días, con una breve exposición en 2015, cuando Lamborghini lo tomó prestado a su actual dueño para un acto especial con sus coches más representativos. ¿Alguien sabe quién posee hoy esta joya?

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