Lamborghini Huracán LP610-4: bravura italiana

El Lamborghini Huracán está construido sobre una base de carbono sobre la que se apoyan el resto de elementos de aluminio. Esto lo hace ligero y permite a Lamborghini una producción más eficiente al tratarse de un vehículo que está llamado a ser un 'bet-seller'. La opción del monocasco de fibra de carbono quedó desechada desde el primer momento. Eso no le resta agresividad, ya que sus líneas de inspiración en la aviación son dignas del astado que sembró el caos en la plaza de Alicante hace ya 125 años.

Su frontal presenta una toma de aire en tres volúmenes. Sus ópticas LED afiladas y de tamaño contenido contrastan con un capó de gran tamaño que apenas varía su ángulo con la luna y el techo, formando casi una línea perfecta. En el lateral destacan las tomas de aire por delante de las ruedas traseras, así como su grandes llantas. Aún así, su zaga es su seña de identidad. Cubre-motor en contraste negro, ópticas con forma de 'Y', rejilla y amplio difusor con 4 tomas de escape. Todo en orden, todo armonioso.

Mecánicamente, el Huracán no llegó con sorpresas. Su nombre y su papel de sustituto del Gallardo, daban pistas. El Huracán LP610-4 cuenta con un V10 de 5.2 litros. Este propulsor ha sido evolucionado y en el Huracán ofrece 610 caballos y un par de 560 Nm. Es más eficiente y emite menos partículas contaminantes, cumpliendo con la normativa Euro 6. Homologa 12,5 litros por cada 100 kilómetros de consumo y 290 gramos por kilómetro de dióxido de carbono. Su tracción a las cuatro ruedas contrasta con el sistema de arranque Stop&Start.

Lamborghini ha puesto toda la tecnología al servicio del 'pequeñín' de la casa. Más lejos de su aceleración de 0 a 100 kilómetros/hora en 3,2 segundos o de sus 325 kilómetros/hora de velocidad punta, lo más destacado es el uso de un sistema de una caja de cambios de doble embrague de siete relaciones LDF. Este cambio está asociado a un diferencial central con tres modos de conducción. La amortiguación es adaptativa gracias a un fluido con partículas magnéticas. En resumen, válido para el circuito y también para ir recoger a tus hijos al colegio.

En su interior encontramos un habitáculo moderno y muy enfocado a la conducción. El tapizado es en piel y Alcántara, con un grado de personalización alto. El salpicadero con formas hexagonales da paso a un cuadro de mandos totalmente digital con una pantalla de 12,3 pulgadas. En esta encontraremos toda la información necesaria para conducir. Un remate perfecto para un conjunto que tiene un precio prohibitivo. Con una única versión existente, un Lamborghini Huracán podrá ser tuyo por 233.500 euros.