Jaime Puig: “Queremos que el Cupra e-Racer corra este año en el WTCR”

Este objetivo todavía no es seguro que pueda alcanzarse, pero el coche “ya ha iniciado los test y tenemos un buen programa por delante. Si estamos preparados, competiremos contra el resto de coches del WTCR, aunque obviamente fuera de concurso”, es decir invitados de la misma forma que en las 24 Horas de Le Mans hacen con el ‘Garaje 56’, destinado a proyectos interesantes aunque no se adapten al reglamento establecido.

En su momento, Seat Sport fue clave para la creación de la categoría TCR. Todo el reglamento se elaboró en base a lo que era el Seat León Cupra Supercup, empleado en la copa monomarca. La categoría ha acabado imponiéndose en todo el mundo “y estamos muy orgullosos por ello”, ha dicho Puig.

Con el e-Racer, Cupra quiere repetir la jugada con coches eléctricos. “El nuevo e-WTCR debe celebrar sus primeras carreras a finales de 2019”. Los promotores están hablando con otras marcas interesadas y parece que las cosas van por buen camino.

Puig no niega que el desarrollo de estos coches requerirá su tiempo “porque todo lo electrónico representa un trabajo nuevo que obliga a gestionar y ordenar una enorme cantidad de información. Los e-TCR deben tener prestaciones incluso superiores a los TCR de gasolina. Aunque pesan 1.585 kg, tienen un motor de 600 CV, que puede dar picos de 680 CV. Son cifras contundentes”.

Aunque aparentemente el eléctrico es más sencillo que el motor de gasolina, en el momento de la verdad su gestión idónea tiene sus secretos y hay cosas que son más sofisticadas, “por ejemplo el hecho de tener tres circuitos de refrigeración independientes: baterías, motor e inverter”.

Tras un breve ‘shakedown’ en Croacia, cerca de la sede de Rimac, empresa especialidada en supercars y componentes para coches eléctricos de altas prestaciones que colabora en el proyecto, Jordi Gené ha hecho test satisfactorios en el Parc Motor de Castelloli.

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