Iso Grifo: historia de un ser mitológico

Pero vayamos al principio. La empresa italiana Iso originalmente fabricaba productos de calefacción para el hogar y tuvo mucho éxito, pero Renzo Rivolta, el propietario de la empresa, era un tipo ambicioso que quería hacer algo más emocionante que acondicionadores de aire. Su primer esfuerzo automotriz fue en 1953 con un coche que se convirtió en un mito: el Isetta, que en España fue conocido como el ‘huevo’ por su peculiar forma. Pero esa idea gustó a BMW, que adquirió la licencia para su producción en 1955, aunque otros países también lo producían.

Con las sumas pagadas por BMW y otros en concepto de derechos, Renzo Rivolta comenzó a pensar en construir autos deportivos. Trabajando con leyendas del diseño como Nuccio Bertone y Giorgetto Giugiaro, junto con el ingeniero Giotto Bizzarrini, Iso creó su primer automóvil GT denominado Rivolta: un GT con un motor Corvette de 5.4 litros V8, que ofrecía un estilo italiano con potencia americana y mucha fiabilidad.

No contento con un modelo así, fue Bizzarrini –que hasta 1961 había estado trabajando en Ferrari, donde diseñó el legendario 250 GTO- quien alentó a la compañía a construir un nuevo automóvil deportivo, que fuera más allá. Su nombre, el Grifo, tomado del animal mitológico con cabeza de águila, cuerpo de león y alas doradas, y que era el emblema de Iso. Nació el Iso Grifo, con diseño de Bertone, impulsado por el mismo motor que el Rivolta, pero potenciado a los 400 caballos, lo que le permitía alcanzar los 275 kilómetros por hora. Fue presentado en el Salón de Turín de 1963.

Del elegante GT 2+2 surgió una versión de carreras, el Grifo A3/C, que era construido por el propio Bizzarrini, que ganó su clase en Le Mans dos veces seguidas. Sin embargo, el modelo de carreras causó el desacuerdo entre Rivolta y Bizzarrini, lo que llevó a separar sus caminos. Rivolta construyó dos modelos más, el Fidia y el Lele, sin mucho éxito, mientras que Bizzarrini, partiendo del Iso Grifo A3/C, sacó al mercado una versión de calle conocida como Bizzarrini 5300 Strada, punto de partida para otros excelentes modelos como el 1900 Europa, hasta que en 1969 la compañía cesó. Iso lo haría en 1974.

Ahora volvamos al Salón de Turín de 1963, donde una familia, los Frank, están admirando el Iso Grifo. El padre de la familia compró uno, una decisión que forjaría la fascinación de su hijo por el auto. Darren Frank más tarde compraría su propio Iso Grifo, que fue construido en 1963, el primer año de producción. Después de muchos trabajos de restauración, finalmente tuvo el auto de sus sueños.

Pero un día, un camión está siguiendo a su Iso y haciéndole ráfagas con sus luces. Darren Frank se detiene para hablar con el conductor del camión que dice tener exactamente el mismo auto. "No le creo. Este es un auto bastante raro", le comentó Darren. La charla comienza a derivar, hasta que descubre que el caballero del camión fue quien compró el Iso Grifo original de su padre, que, almacenado durante 17 años, todavía tenía su juego original de neumáticos.

Popcorn Octane produjo recientemente un gran documental sobre el poco conocido automóvil deportivo italiano Iso Grifo, siguiendo la historia personal del hombre y su padre que se unieron a esta máquina rara. Tan rara como un animal mitológico que dejó sólo una pequeña muestra de grandeza en el mundo del automóvil.