Nueva inversión de 5.000 millones para 2.000 kilómetros de carreteras

Por su parte, Rajoy destacó que gracias a este programa se crearán casi 200.000 nuevos puestos de trabajo y que tales inversiones se traducirán en un retorno fiscal de 3.000 millones de euros, si bien el Estado sólo abona su parte dineraria al adjudicatario de las obras cuando el tramo ya está disponible, lo cual permite que la inversión no compute déficit ni tenga efecto sobre la deuda. Esta fórmula ya ha demostrado su éxito en el entramado vial europeo con más de un 90% de planes de inversión mixta, que admite multiplicar por seis la capacidad de gasto en carretera en los Presupuesto Generales del Estado cada año.

Este dinero se destinará principalmente a completar los tramos de la red transeuropea pendientes de finalización, en pro de resolver el denso tráfico que presentan algunas de estas vías y adaptarlas a las nuevas exigencias de la DGT, los requisitos ecológicos –se reducirán las emisiones de CO2 en 6 millones de toneladas por año– y a la conducción del futuro. En este sentido, las primeras ejecuciones tendrían lugar una vez terminado el verano y se reduzca el volumen de vehículos sobre el asfalto, de forma que también se pueda contar con el nuevo Plan de Financiación Juncker y las ayudas prestamistas del Banco Europeo de Inversiones.