La Indycar entra en su recta final con Dixon como líder

Un final endiablado. Impredecible, como desea Fernando Alonso sea su próxima categoría, posiblemente ésta. Cuatro carreras, dos ovales para empezar y dos ruteros para cerrar el año, en cuatro fines de semana consecutivos. Y sobre todo con seis pilotos por lo menos en batalla por el título tras las 13 victorias disputadas. Seis pilotos pertenecientes a cuatro equipos distintos, lo que no es moco de pavo.

Scott Dixon tiene 494 puntos, por 448 de Alexander Rossi, 434 de Josef Newgardebm 407 de Will Power, 399 de Ryan Huter Reay y 380 de Rob Wickens. En realidad la lista de aspirantes es mucho más amplia porque el sistema de puntuación, (50, 40, 35, 32 puntoss, etc etc) que premia a todos los pilotos y sobre todo con Sonoma otorgando como Indy el doble puntos, quedan 250 en juego y el número de aspirantes con posibilidades, no probabilidades, aumenta hasta superar la decena. De ellos, sólo Rossi ha corrido en Fórmula 1, pero el americano de apellido italiano, Power y Wikens forjaron su ascenso en las Word Series de Jaime Alguersuari y RPM Racing.

Es cierto. En Indycar son casi siempre los mismos equipos están en cabeza, pero como estos tienen hasta cuatro o cinco pilotos no debe extrañarnos que en 13 carreras tengamos siete pilotos ganadores, de cuatro equipos distintos. Dixon y Josef Newgarden tienen tres victorias cada uno; Alexander Rossi y Will Power dos, mientras que con una encontramos a Sebastien Bourdais, James Hichtcliffe y Ryan Huter-Reay. Y los equipos que han ganado han sido Ganassi, Penske, Andretti, Schmidt y Coyne.

Curioso, Dixon lleva tres victorias y es líder destacado del campeonato, pero no ha conseguido ninguna pole. La idiosincrasia de la Indycar hace que las poles no sean imprescindibles para ganar.

Dixon ya ha dicho que llega al ‘Tricky Triangle’ en busca de la victoria, sin preocuparse lo que pase detrás. “Es lo que hacemos siempre con Ganassi. Buscamos la victoria carrera a carrera”. Pese a su ventaja no valen tácticas; un toque temprano, siempre posible, y toda la ventaja queda anulada en una sola cita. Como se ve, Alonso piensa en una categoría que es poco previsible y dada a sorpresas.

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