Hyundai i30 2017: más europeo, más sofisticado

No hay más que ver el diseño del nuevo Hyundai i30 para darse cuenta de este paso adelante hacia la madurez. Desde la firma coreana se habló de diseño más refinado y atemporal, pero lo cierto es que el nuevo i30 emana elegancia y fluidez a partes iguales. Su imagen es el perfecto paréntesis que aclara las intenciones de la marca en un segmento donde la competencia es realmente alta y donde tener un producto con un sello de identidad es fundamental. Y el i30 lo tiene.

Hablamos por supuesto de su frontal, epicentro del diseño del Hyundai i30. Su nueva parrilla de efecto cascada con diseño hexagonal, los fados LED angulados acorde a las líneas del capó alargadas y las luces LED de circulación diurna dibujan una combinación realmente atractiva por encima de un paragolpes de diseño discreto, pero armónico. Una sensación perenne en todo el vehículo a pesar de las nuevas proporciones, medidas que le confieren cierta chispa y deportividad en una carrocería que puede elegirse entre doce colores con tres opciones de acabado.

En su vista lateral no hay grandes alardes, pero si un diseño refinado y limpio que nos traslada a su zaga, con permiso de unas llantas de aleación que pueden ser de 15, 16 o 17 pulgadas según versión. Una zaga atrevida que presenta un portón con luneta elevada y conquistado por los faros, pero que a su vez se dibuja como el pliegue de un pergamino con varios ángulos de diseño, que permiten marca la altura de los propios faros o de las elevedas luces con reflectores, dejando casi 'desnudo' su paragolpes.

A nivel mecánico, la gama del nuevo Hyundai i30 está formada por un total de seis motores, tres de gasolina y tres diésel. En el primer grupo encontramos el motor 1.4 MPi de 100 caballos y el propulsor 1.0 T-GDi de 120 caballos, aunque sin duda la gran novedad es la inclusión por primera vez del motor 1.4 litros T-GDi con 140 caballos y 242 Nm de par. Por su parte, la versiones diésel se dibujan con el mismo motor 1.6 Turbo con tres niveles de potencia de 90, 110 y 136 caballos. Según versión, el motor está asociado a una caja manual de seis velocidades o a una transmisión automática DCT7 de doble embrague.

Otro de los grandes credenciales del Hyundai i30 es su parte ciclo con unas suspensiones y una dirección que han sido revisadas para ofrecer una conducción más confortable, pero a la vez una mejor respuesta en todo tipo de situaciones. El trabajo de la marca coreana promete en este aspecto un comportamiento dócil en las versiones de acceso y cierta dosis de picante en los modelos con mayores prestaciones. En el caso del mencionado motor 1.4 T-GDi, gracias a sus 140 caballos es capaz de acelerar de 0 a 100 en 8.9 segundos y alcanzar los 210 kilómetros por hora.

Al igual que en su exterior, el habitáculo del Hyundai i30 muestra la evolución de una marca hacia un producto cada vez más acogedor y confortable, con nuevos acabados, tapizados, materiales y un maletero que cubica 395 litros, cifra a tener muy en cuenta en su segmento. En la línea de las últimas novedades de la marca la consola central pierde parte de sus botones físicos para dar paso a una pantalla táctil de ocho pulgadas. El i30 además cuenta con conexión USB y Bluetooth amén de la casi obligada conectividad con Android y Apple.

Por último, cabe destacar que el i30 se pone a la altura de sus competidores en materia de seguridad activa, como así lo demuestran la presencia de los últimos sistemas y tecnologías existentes. Hablamos del control de crucero inteligente con función de información de límite de velocidad, del asistente para el uso de las luces en carretera o el sistema de mantenimiento de carril. Además incluye sistema de frenado de emergencia, alerta de atención del conductor, detector de ángulo muerto y alerta de tráfico trasero.