¿Son más peligrosas las hojas sobre la carretera que la nieve?

Con el otoño entramos en la parte más complicada del año en lo que a conducción se refiere. Lluvia, nieve, niebla... tendremos todo tipo de inclemencias meteorológicas que nos obligan a extremar las precauciones al volante. La adherencia es mucho menor y, por tanto, aumenta la probabilidad de accidente. Pero, ¿qué hay de esas hojas de los árboles que caen sobre la carretera especialmente en los meses de octubre y noviembre? Ojo con ellas, porque pueden ser mucho más traicioneras de lo que parece.

Un grupo de ingenieros de Ford ha realizado un experimento que demuestra que las hojas caídas de los árboles pueden provocar una bajada de agarre como la que causa la propia nieve. Obtener los datos sobre esta última fue sencillo, ya que utilizaron coches en localizaciones escandinavas. Analizar lo que sucede con las hojas no tanto. El equipo recogió bolsas de hojas y las utilizó para cubrir la pista de pruebas en las instalaciones de la compañía en Bélgica. Posteriormente usaron un dispositivo de prueba de fricción que identifica cómo de resbaladizas son las superficies al pasar por encima de ellas. La conclusión fue preocupante. En ciertas situaciones las hojas resbalan tanto como la nieve.

Para medir cómo de resbaladiza es una superficie se utilizan unas unidades llamadas µ. Mientras más resbaladiza sea la superficie, menor será este número. En su momento más resbaladizo las hojas midieron un nivel de µ entre 0,3 y 0,4, los mismos niveles de µ observados en las superficies nevadas.

Esta conclusión ha derivado en la inclusión en el nuevo Ford Focus Active de un modo de conducción 'resbaladizo', pensado para mejorar la tracción en superficies que incluyan nieve helada u hojas mojadas. El sistema realiza reajustes varios de forma rápida y eficaz sobre los sistemas de estabilidad, aceleración y frenado para ayudar a evitar que el coche derrape o se desvíe de su trayectoria prevista.