Golpe de efecto en Seat: Renovación para los Ibiza y Arona y un nuevo eléctrico en camino

Cambio de ritmo en Seat. Si muchos habían valorado el parón de proyectos en la marca como una desaparición segura, las últimas decisiones de la Unión Europea respecto al retraso de la normativa Euro 7 han permitido que la empresa pueda dar continuidad a sus coches de combustión, planificar nuevos eléctricos y mantener su hueco en el mercado. Aunque nunca sabremos si la desaparición total estuvo sobre la mesa, en la parte positiva de la balanza siempre ha estado que Seat tiene el público más joven del grupo Volkswagen y es la entrada de clientela al consorcio alemán. También pesa mucho el éxito comercial de una marca que en 2019 llegó a vender 564.000 unidades con el logo de la ‘S’ en su parrilla, una cifra que muchas marcas de renombre no son capaces de alcanzar, mucho menos con una gama tan reducida.

El primer paso para el futuro de la marca es la continuidad de los Seat Ibiza y Arona, básicamente el mismo coche con dos carrocerías diferentes. Fabricados ambos en Martorell y presentados en 2018, tras la pandemia y la crisis de microchips vuelven a ser auténticos 'best-sellers', una condición que Seat quiere mantener hasta, al menos, 2028. Para ello se va a aplicar un rediseño que también afecta, de forma ligera, a las motorizaciones.

En las fotos del restyling, mostrado durante la presentación de resultados, podemos ver los cambios estéticos de ambos coches, un 'restyling' discreto que afecta a la parrilla, paragolpes, faros y trasera, lo que en la industria se conoce como 'front-end' y 'rear-end', sin afectar a las piezas de estampación de chapa de la carrocería -solo el capó es nuevo- lo que ahorra costes de producción y permite mantener un precio competitivo.

Los Ibiza y Arona se pondrán a la venta como modelos 2025 a finales de este 2024, y deberían presentar motores mild-hybrid con etiqueta eco, pero es un término que no ha sido confirmado por la marca, aunque sí parece que los modelos tendrán un único motor: el 1.0 TSI de 110 caballos con diferentes acabados en su equipamiento, en un proceso de simplificación técnica de versiones y costes que están siguiendo todos los fabricantes.

La información recabada por SoyMotor.com vislumbra también el futuro de algunos modelos de Seat. El Ateca va a recibir un 'restyling' similar al de los Ibiza y Arona gracias a la prolongación de la normativa Euro 7. En este caso, la renovación estética sólo se aplicará a la versión Seat, ya que el Cupra Ateca, iniciador de la trayectoria de la marca deportiva en 2018, dirá adiós para dejar hueco al Cupra Terramar.

El León también recibirá un refresco en su imagen, tecnología y equipamiento, con más autonomía para las versiones híbridas enchufables -nada menos que 100 kilómetros-, mientras el Seat Tarraco deja de fabricarse, al cesar también la producción de la segunda generación del Tiguan, en la que estaba basado el SUV español. Como en el caso del Cupra Ateca, el cese del Tarraco permitirá concentrar los esfuerzos comerciales en el Cupra Terramar.

En cuanto al modelo 100% eléctrico de Seat, desde la desaparición del Mii Electric la marca no tiene ninguno en su gama, pero el inminente acuerdo entre Renault y Volkswagen para fabricar un eléctrico con un precio base de 20.000 euros vuelve a poner a Seat en el punto de mira. Skoda parece descartada para este proyecto, ya que contará con el SUV urbano Skoda Epiq desde unos 25.000 euros en el que concentrar sus esfuerzos de ventas. Por su parte, Volkswagen contará no con uno, sino con dos modelos con la misma plataforma que se presenta en el Skoda Epiq, un SUV y un urbano, este último con la imagen 'tipo Golf' del Volkswagen ID.2All. Mientras tanto, Cupra también tiene confirmado el Raval como su coche eléctrico urbano y Audi dejará de producir coches del tamaño del Audi A1 o Q2. Todos los coches de este proyecto serán ‘Made in Spain’, con Martorell fabricando las versiones 'turismo', es decir, el Cupra Raval y el Volkswagen ID.2All, y la fábrica de Volkswagen en Navarra las versiones SUV: Skoda Epiq y el sucesor eléctrico del VW T-Roc.

Así las cosas, Seat es la única que no tiene un eléctrico pequeño en su gama, y por tanto donde mejor encajaría el proyecto común con Renault. Este coche, proyectado como Renault Twingo para venderse con un precio desde 20.000 euros, podría fabricarse en la actual planta de Renault en Eslovenia o en la de Skoda en el mismo país, ubicada en Bratislava. Pero el Seat no llegará solo, ya que Volkswagen ha confirmado la llegada del ID1 con un precio desde 20.000 euros, y será el primer modelo del grupo que debería nacer de esa colaboración con Renault. El motivo es que, aunque VW vaya a tener ya dos eléctricos 'urbanos', su capacidad comercial y cuota de mercado permite lanzar también un modelo más pequeño sin mermar las ventas de los más grandes de forma significativa.

El modelo eléctrico de Seat, aún por confirmar, llegaría a los concesionarios en el 2026 o 2027, y la marca española tendría como mercados principales los del sur de Europa: España, Francia, Italia, Portugal o Grecia, dejando a Volkswagen los mercados del centro y norte de Europa. El modelo español y el alemán formarán una dupla similar a la que tuvieron el Seat Arosa y el Volkswagen Lupo entre 1997 y 2004 y que tan buenos resultados dieron a ambas marcas.

En resumen, nuevos planes para una marca que muchos daban por amortizada pero que, por historia, fidelidad de clientes y red comercial, tiene un largo futuro por delante, más aún si se beneficia de desarrollos comunes con Cupra, con otras marcas del grupo Volkswagen o con acuerdos externos, como el que, de manera confidencial, tienen prácticamente cerrado Volkswagen y Renault.