Papá Noel 'jubila' para siempre los renos y el trineo para repartir los regalos desde ahora en un Ford Ranger Raptor de lo más especial

Ford, al igual que la mayoría de marcas generalistas, no hace proyectos individuales para clientes privados, pero en esta ocasión ha querido hacer una excepción y se ha puesto en manos del diseñador Kris Kringle para soñar un coche a medida.

Kringle conoce perfectamente las necesidades de Papá Noel. Él mismo utiliza el seudónimo de Santa Claus y decidió hacer un Ranger Raptor North Edition para ofrecérselo a un personaje que lleva siglos sin defraudar a niños y mayores, despertando ilusión en todo el mundo.

Se trata de un vehículo muy especial. Debe ser extraordinariamente rápido, debe volar como el trineo y debe tener un compartimento de carga infinito. Para conseguirlo contactó con el ELF, siglas en inglés de la Fundación del Laboratorio Experimental, un departamento confidencial de Ford.

Los diseñadores se dieron cuenta que no podían utilizar alas como hacen los coches voladores; ni tampoco un sistema tipo 'dron'. Ford tampoco tenía experiencia en aviones, aunque en su momento hizo algún pinito y sobre todo motores. Kringle supo que hace 70 años, Ford experimentó con un gran aerodeslizador denominado Levacar. Este vehículo se deslizaba a unos pocos centímetros del suelo para avanzar y los técnicos de Ford desempolvaron el viejo proyecto para ponerlo al día.

Los avances tecnológicos han permitido aumentar esa mínima distancia al suelo y ahora el Ranger Raptor North Edition puede elevarse a más de 18.000 metros de altura, por encima del límite de vuelto de los aviones comerciales.

Se precisaba alcanzar una velocidad que rozara la velocidad de la luz, así que ELF salió nuevamente al rescate diseñando un motor-cohete que funcionaba usando bastones de caramelo como combustible. Eso sí... tiene unas pequeñas alas que se pliegan bajo la carrocería para asegurar direccionalidad y estabilidad.

El Dr. Chad McBoffin, director del departamento de Proyectos Imposibles, señaló que fue un desafío complejo, el mayor al que se había enfrentado nunca. "Comenzamos con el sistema de aire comprimido en el Levacar Mach 1 Concept de 1958. Originalmente, estaba diseñado para proporcionar solo uno o dos centímetros de sustentación, pero necesitábamos volver a desarrollar el sistema para proporcionar suficiente sustentación para alcanzar los 18.000 pies, que está por encima del espacio aéreo controlado".

Resueltos estos problemas técnicos llegó el momento de preocuparse del equipamiento, totalmente novedoso ya que tiene porta chocolate caliente con calefacción, una caja de carga Infinity capaz de albergar los juguetes de más de 800 millones de niños y una barbacoa en el portón trasero. Puede necesitarlos Papá Noel en su viaje, lo mismo que el sistema de inteligencia artificial, alimentado por galletas.

Tiene otras características peculiares. Como Papá Noel entra normalmente por las chimeneas, se decidió prescindir de las puertas laterales y en su lugar, entrar o salir por el techo, algo más parecido a lo que hace con el trineo.

También se tuvo que afrontar el problema del calor por fricción generado a tan elevada velocidad. Para ello se recurrió a un sofisticado material denominado Unobtanium. Pero Kringle también quiere que este coche sea apto para el uso cotidiano, para ir de Australia a su centro de diseño en Rovaniemi en Finlandia. "Estaba buscando algo que pudiera usarse los otros 364 días al año, o en Navidad si es necesario. Supongo que podría decir que estaba buscando mi trineo de todos los días. El trineo y los renos son y serán mi marca laboral".

La imaginación no tiene límites… y en ocasiones se adelanta al futuro. Hay múltiples ejemplos, desde las novelas de Julio Verne hasta los coches voladores de los comics.